La política europea vive sus horas más convulsas. Mientras se dirime el papel que juega el viejo continente en el nuevo orden mundial, aquí, en casa, todavía nos queda determinar quién asumirá el liderazgo de la UE tras el retiro de Angela Merkel.
La hasta ahora líder de la CDU había pasado el relevo a su compañero de filas Armin Laschet. Si ya era tarea difícil buscar un sustituto para Merkel, desde luego Laschet no era la mejor opción. Poco carismático, su falta de conexión con el electorado se ha saldado con una auténtica debacle de los democristianos. Serán finalmente los socialistas alemanes quienes asuman el gobierno, con el apoyo de liberales y los verdes. Tras la victoria del SPD sobre el partido de Merkel, Laschet inició la retirada. Y en Alemania los políticos dimiten. ¿Se imaginan tamaño acontecimiento en España? Ninguno de los líderes de los partidos nacionales podría seguir a día de hoy al frente.
En Europa todas las miradas están puestas en la política comunitaria que defenderá la unión de estos tres partidos
Se abre una nueva etapa política en Alemania con medidas de gran calado sobre la mesa. La primera de ellas, acometer reformas con un cariz ecologista como la suspensión de los privilegios de la Autobahn. Habría límites de velocidad para los coches que circulan por estos tramos de autovía, ahora exentos. En Europa todas las miradas están puestas en la política comunitaria que defenderá la unión de estos tres partidos. Hay mucho en juego: inmigración, política exterior, gestión de la pandemia, política económica…
Habrá que esperar los 100 días de rigor del nuevo ejecutivo para comprobar si las promesas electorales se quedan solo en eso.
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