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Buitrago de Lozoya: una joya medieval de piedra y agua
Este municipio en el corazón de la Sierra Norte tiene el recinto amurallado mejor conservado de Madrid
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Si lo que buscas es una foto de postal, Buitrago de Lozoya es el lugar indicado. En plena Sierra Norte es uno de los pueblos con más encanto de Madrid donde la piedra y el agua se entrelazan para contar la historia de la familia Mendoza. Un lugar privilegiado para una escapada y para disfrutar de su entorno natural.

Buitrago se encuentra a poco más de 45 minutos de la capital, pero visitar este pequeño municipio es más un viaje en el tiempo que en el espacio. Ya desde la Carretera de Burgos (A-1) empiezan a vislumbrarse a lo lejos el pequeño promontorio coronado por torreones y abrazado por el río Lozoya en el que se sitúa Buitrago. Una vista que recuerda a un castillo de cuento rodeado por un foso que hay que cruzar antes de adentrarse en sus murallas.

El municipio, que cuenta con algo más de 1.800 habitantes, está situado en el corazón de la Sierra Norte, una comarca que comprende la zona norte de la Comunidad, incluyendo la Sierra del Rincón, la Sierra de la Cabrera y buena parte de Guadarrama, además de la campiña del extremo sudeste. Entre los Montes Carpetanos y la Cuerda Larga se encaja el valle interior más importante de la Sierra de Guadarrama: el valle de Lozoya, haciendo del entorno natural de Buitrago un lugar privilegiado, ideal para los amantes de la montaña.

A ambos lados del recinto amurallado que constituye el núcleo del pueblo, cruzando el río se encuentran los arrabales, a sur el de San Juan al que se accede por el Puente Viejo y al norte el llamado Andarrío, un lugar ideal desde el que comenzar la visita al pueblo y que ofrece una espectacular vista panorámica. Una ruta de unos 20 minutos a pie, de aproximadamente 1,3 km conduce hasta este mirador desde el que pueden observarse los torreones del antiguo castillo de los Mendoza, a muralla o la iglesia de Santa María del Castillo.

Un poco de historia

Las referencias históricas más antiguas de Buitrago del Lozoya aparecerían en Tito Livio, uno de los grandes historiadores de la Roma Antigua. Algunos historiadores señalan que Litabrum conquistada por Cayo Flaminio en el siglo II a.C. era el origen de Buitrago, pero no existen vestigios arqueológicos que lo certifiquen. No fue hasta el siglo XI cuando este núcleo se consolidó definitivamente y alcanzó un papel fundamental en la Reconquista por su situación estratégica y su posición defensiva. En 1096, el rey Alfonso VI concede a Buitrago la capacidad de organizar la repoblación de las tierras circundantes y hace entrega de las armas de su escudo: un toro, una encina y la leyenda “Ad alenda pecora" ("para el sustento del ganado"), que hace referencia al medio de vida que de los lugareños.

El recinto amurallado

El recinto amurallado esta datado en esta época, y es el conjunto fortificado mejor conservado de la Comunidad de Madrid. Fue declarado monumento nacional en 1931. Desde el inicio de su construcción en el siglo XI la muralla ha experimentado distintas transformaciones, aunque siempre respetando el antiguo trazado. Actualmente se conservan unos 800 metros de la fortificación original: el llamado adarve bajo y los sur y suroeste. El lado sur de la muralla o muralla alta puede ser visitado y aloja en su interior una exposición sobre armas de asedio medievales, la entrada vale 2 euros y el acceso se localiza junto a la Iglesia de Santa María del Castillo.

En el siglo XIV Buitrago pasó a ser un señorío otorgado por Enrique II de Castilla a Pedro González de Mendoza. Desde entonces Buitrago estuvo fuertemente vinculado a la familia Mendoza hasta la desaparición del Régimen Señorial en el siglo XIX. La época de mayor esplendor y desarrollo del municipio tuvo lugar con el señorío de Íñigo López de Mendoza, III señor de Buitrago y I marqués de Santillana.

El Castillo de los Mendoza

Fue Iñigo López quien ordeno la edificación del castillo, que se convertiría en su residencia. Se trata de una construcción de ladrillo, de estilo mudéjar con una planta casi cuadrada y fortificada por siete torres, todas con una estructura diferente, siendo una de ellas de planta pentagonal. Por los corredores del castillo desfilaron la reina Juana de Portugal y su hija Juana la Beltraneja y reyes como Juan II o posteriormente Felipe III. Desde 2016 el castillo permanece cerrado al público por obras de restauración, pero pueden contemplarse cuatro de las torres que aún permanecen en pie.

La Iglesia de Santa María del Castillo

Fue también el marqués de Santillana quien impulsó la construcción de la Iglesia de Santa María del Castillo de estilo mudéjar, posiblemente fundada sobre una antigua mezquita. Es la única de las cuatro iglesias con las que contaba el pueblo en el siglo XIV que actualmente se conserva. En 1936 un incendio arrasó todo el conjunto, derruyendo la techumbre gótica. Sin embargo sobre el altar mayor se puede contemplar un artesonado mudéjar, original del siglo XV, procedente del desaparecido Hospital de San Salvador, que también fue fundado por Iñigo López. En 1980 comienza un largo y cuidadoso proceso de recuperación de más de veinte años cuyo resultado es el conjunto que podemos contemplar hoy en día. Destacan las dos capillas, restauradas al estilo mudéjar y la entrada principal de la iglesia ornamentada con una interesante decoración isabelina del siglo XVI. La iglesia está abierta al público y se puede subir al campanario por 2 euros.

La Casa del Bosque

Además del señorío de Buitrago, los Mendoza se hicieron con los terrenos dela Dehesa del Bosque, que se convirtió en su coto de caza, en el que instalaron un pabellón conocido como la Casa del Bosque que fue construido a finales del siglo XVI. En este pequeño palacio inspirado en las teorías arquitectónicas de los italianos Andrea Palladio y Sebastiano Serlio se alojaron los duques del infantado y sus invitados durante sus cacerías. En la actualidad se encuentra en un estado de total abandono. Sus ruinas pueden visitarse en una ruta a pie.

Con la llegada del siglo XIX, las viejas murallas de Buitrago recuperaron su uso original haciendo frente a de las tropas de Napoleón. No obstante, el ejército francés rompió el cerco de resistencia y ocupó el pueblo de Buitrago que fue pasto de las llamas. El siguiente hito que marca el deterioro del patrimonio de Buitrago fue la Guerra Civil, que desmanteló por completo el Hospital de San Salvador y los últimos restos de la iglesia de San Juan. También fue dañada gravemente la iglesia de Santa María del Castillo.

Tradiciones y cultura

La Guerra Civil dejó un singular legado en Buitrago. Eugenio Arias era un vecino del pueblo nacido en 1909, que tuvo que partir al exilio y finalmente pudo afincarse en la ciudad de Vallauris, en la Costa Azul donde trabajó como barbero. En aquella misma ciudad residía entonces Pablo Picasso en la villa “La Galloise”, con su esposa Françoise Gillot. Entre el pintor y el barbero se trabó una sólida amistad asentada sobre la experiencia del exilio, sus convicciones políticas y sus aficiones como los toros. Años después, en 1985 Eugenio Arias, que ya había regresado a España trajo consigo algunas de las obras y dibujos de Picasso que fueron donadas a su Buitrago natal y que actualmente constituyen el Museo de Picasso instalado en los bajos del Ayuntamiento. La colección está abierta al público y cuenta con más de 60 obras de diversas características como cerámicas, litografías, carteles, dibujos, aguadas, pirograbados...

Otro evento curioso e interesante que aloja anualmente Buitrago de Lozoya es el Festival de Música Antigua y Clásica “Marqués de Santillana”, en el que durante la segunda quincena de julio y la primera semana de agosto, escenarios históricos como el Patio de Armas o la Iglesia de Santa María del Castillo, acogen a los más destacados artistas dedicados a la recuperación e interpretación de música antigua. Además, el festival se complementa con un programa dedicado a la interpretación de música clásica de todas las etapas estilísticas. El año pasado, este festival fue anulado por las restricciones sanitarias, y este año su celebración está en el aire.

A finales de verano, durante el primer fin de semana de septiembre tiene lugar en Buitrago la Feria medieval que devuelve a la localidad a sus días de esplendor en la baja Edad Media. Actualmente al igual que el festival “Marqués de Santillana” la celebración de este evento está pendiente de confirmación. Otras dos fechas muy destacadas, que pueden ser una buena opción para visitar Buitrago son las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Asunción y a San Roque el 15 y 16 de agosto.

Oficina de Turismo

Para obtener más información sobre gastronomía, rutas o alojamiento puedes consular la web de turismo de Buitrago o pasarte por la oficina de turismo situada en la Calle Tahona, número 19.