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Cuestión: ¿un pobre vientre infértil podría obtener una vida de un rico vientre fértil? La noticia sobre la maternidad de Ana Obregón por gestación subrogada ha vuelto a abrir un debate tan interesante como profundo. Estoy en contra de la gestación subrogada porque se mercantiliza con seres humanos. Mi opinión sería distinta si hablamos de una gestación que se ejerce en libertad, de manera voluntaria y con amor, pero esas madres venden sus vientres empujadas por la necesidad. Es un negocio en el que se expone a mujeres en situaciones desfavorecidas a vender su maternidad a cambio de una compensación económica. La gente rica utiliza los cuerpos de la gente pobre para satisfacer su egolatría y cinismo.

El caso de Ana Obregón va más allá porque ha decidido dar el paso con 68 años. Jugamos a ser Dios permanentemente, creemos que podemos ir en contra de la naturaleza y no es así. El cuerpo es sabio y si alrededor de los 50 años a las mujeres se les va la regla es porque el momento para la crianza ha acabado. Si una mujer de 68 años adopta o, como en el caso de Ana Obregón, compra un bebé recién nacido, tenemos que tener en cuenta que ya desde su primera infancia ese niño va a demandar una serie de cuidados y atenciones que, igual, una persona "pellejosa" no le puede garantizar.

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