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Cierra el último hotel medicalizado durante la pandemia
El Gregrio Marañón dejará de ofrecer asistencia en el Ayre Gran Hotel Colón después de atender a más de 2.000 pacientes por COVID-19
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La Comunidad de Madrid ha clausurado el hotel medicalizado Ayre Gran Hotel Colón, gestionado por el Hospital General Universitario Gregorio Marañón para hacer frente a la pandemia por COVID-19.

Desde el 19 de marzo de 2020 ha prestado asistencia a 2.079 pacientes infectados por coronavirus. Fue el primer dispositivo sanitario de estas características que se puso en marcha en España y el único que continuaba funcionando hasta hoy. El objetivo fue atender a los pacientes menos graves pero que sí requerían seguimiento y monitorización o que precisaban un lugar donde llevar a cabo la cuarentena.

Según el doctor José Luis Escalante, director de este hotel medicalizado, “gracias a este innovador recurso sanitario se ha podido liberar camas en otros hospitales y hemos atendido a pacientes infectados que precisaban una atención intermedia entre el domicilio y el hospital. Muchos de ellos necesitaban un lugar donde poder realizar su aislamiento de forma eficaz, pero también una respuesta clínica más específica que incluía la observación continuada por parte de nuestros profesionales”.

Se trataba del último hotel que seguía ofreciendo atención a los infectados

El hotel, con capacidad para un total de 164 personas, ha alojado desde pacientes de avanzada edad con diferentes patologías de base hasta más de 60 niños, la mayoría asintomáticos, que han ingresado con algún miembro de su familia. Por el Ayre Gran Hotel Colón también han pasado enfermos de más de 20 nacionalidades diferentes, lo que también ha supuesto un reto para el personal sanitario.

El personal ha ido variando a lo largo del último año, en la primera fase de la pandemia aproximadamente 70 profesionales sanitarios prestaron sus servicios en el centro, pero a lo largo de estos 15 meses han sido un total de 220 trabajadores los que han pasado por estas instalaciones.

Un sistema de atención novedoso

“A los pacientes del hotel medicalizado les enseñamos a usar el pulsioxímetro, que mide la saturación de oxígeno en sangre, y ellos se ponían el termómetro tres veces al día. A través del contacto telefónico permanente se les monitoriza las 24 horas del día. Aunque el personal de enfermería hemos tenido que restringir el contacto físico con el paciente, la humanización de la asistencia ha sido siempre nuestra prioridad y, en este sentido, las nuevas tecnologías nos han ayudado a acercar a los pacientes con sus seres queridos durante su ingreso”, ha explicado Cristina Arias, supervisora de enfermería del hotel medicalizado.

El hotel medicalizado del Hospital Gregorio Marañón se habilitó también durante la borrasca Filomena para poder acoger a los sanitarios que tuvieron que doblar sus turnos o no pudieron regresar a sus domicilios, ofreciéndoles un lugar donde descansar y asearse. De este modo se evitaron desplazamientos innecesarios y se redujeron los riesgos derivados de la gran nevada de principios de año.

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