Aún queda al menos un mes para Navidad. Las campañas de marketing todavía no han sacado los cañones de luces y juguetes, pero poco falta para que nos envuelvan como un regalo entre adornos, canciones y polvorones. Sin embargo, ese espíritu navideño que tanto se pregona en las super producciones de Hollywood sigue existiendo. Está en los momentos que guardamos con cariño de un año para otro.
Lo conservan las risas que tuvimos en aquella tarde previa a Nochevieja, las bromas de los abuelos, su brillo rememorando nuestra infancia o las primeras citas y las dudas de si procede hacernos o no un regalo. Todo eso es lo que verdaderamente compone el sentimiento de esta festividad. Por eso mismo, para alimentar que nazcan nuevas situaciones especiales, te traemos algunas ideas que sirvan como combustible para vivir experiencias únicas en Navidad.
Cinco alternativas para generar recuerdos únicos
Estamos hartos de ver largometrajes de parejas idílicas patinando en Navidad mientras se empiezan a conocer. Sin embargo, no dejemos que los clichés de la gran pantalla nos roben ideas para nuestras citas. Una tarde de culetazos mientras intentas dejar de pensar que alguien te va a pasar por encima forma unos cimientos firmes entre las personas. Incluso puede ser disfrutable por todos los miembros de la familia como alternativa para un finde.
No queremos hacer de menos a los niños grandes de la casa, pero al menos inicialmente esta es una actividad familiar que disfrutarán especialmente los más peques. Tanto Papa Noel como los Reyes Magos permiten que cada año unos privilegiados conozcan de primera mano el trabajo que llevan a cabo para que nadie se quede sin sus regalos. Son los elfos y los pajes los que nos acompañarán en todo momento para explicarnos cómo preparan todos los paquetes. No es necesario viajar a Oriente o el Polo Norte, la Real Casa de Correos de Madrid se convierte en la Casa de la Navidad para que puedas visitarla.
Casa de Papa Noel. Imagen: Ayto Madrid
Esperamos que este año vuelva otra vez esta iniciativa que tanto tiene que ver con el valor de la Navidad del que hablamos: Los recuerdos. Todo gira en torno a ellos, de hecho, el requisito para poder acceder es llevar el recuerdo más bonito que tengamos de algún momento especial: El colegio, unas vacaciones…
De este modo, un recuerdo nos da acceso a crear otros tantos gracias a este trayecto en el que nos introducirán dentro de una historia con un recorrido interactivo y sensorial a través de diferentes escenarios. Se ambienta en diversas tiendas de época donde se nos narran anécdotas relacionadas a través de un cuento de objetos y finaliza en un espacio de reflexión.
Un clásico entre los clásicos, dar un paseo en Navidad por Madrid (Dentro de las posibilidades que ofrezcan las aglomeraciones) y terminar en el mercadillo de la Plaza Mayor. Artículos de broma, elementos decorativos… No necesitas un producto físico para ocupar tu memoria con un momento especial, pero siempre tienes esa opción ahí si tú o tus acompañantes encontráis algo que os haga ilusión.
Mercadillo Plaza Mayor Madrid. Imagen: Ayto Madrid
Siguiendo la línea de los mercadillos encontramos el Mercado de diseño: Esta edición de Xmas Vibes cuenta con conciertos de música alternativa, zona gastro gourmet y exposiciones de arte. Las actividades disponibles hacen que darse una vuelta por allí merezca la pena y, además, te ofrece la oportunidad de bucear entre un centenar de firmas y nuevos diseñadores con las mejores alternativas para regalar a tus amigos, hijos o pareja en estas fiestas.
Un día de música en directo, buena comida de los stands gastronómicos y conversaciones en la terraza del Mercado de Chamartín suena como una fuente de bonitos recuerdos con alguien especial mientras vemos qué podría gustarle encontrar bajo el árbol. Sin embargo ¿Qué mejor regalo podría existir que precisamente eso? Experiencias con tus seres queridos.
Vivencias en pareja o explorar lugares desconocidos pueden ser una gran idea como regalo de Navidad para él original o como forma de pasar las fiestas de un modo diferente con tus padres y hermanos. No importa si es en Madrid o en Kuala Lumpur, si vas al sitio más diferente del planeta o al bar de confianza de tu barrio. Lo importante al final y lo que queda es el momento, efímero en el tiempo pero permanente en ti y en los que tuvieron la suerte de compartirlo a tu lado.
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