La importancia de una correcta higiene dental y una periódica revisión de la misma es importantísima para buena salud en general. Muchas infecciones más generalizadas parte de algún problema bucal que con prevención y acción se pueden evitar.
Hay que vigilar de cerca:
Algunas veces, cuando el daño ya está hecho, si no se trata, puede aparecer infección en el en la mandíbula en torno a las raíces del diente “muerto”. A esto se le llama infección periapical, y puede destruir el hueso y provocar dolores además problemas en el resto del cuerpo al expandirse la infección.
Todo dependerá de la gravedad de la lesión, pero muchas veces cuando se rompe una muela y si queremos conservarla, se tiene que hacer una endodoncia, es decir, matar el nervio y luego colocar una corona para evitar la propagación de la infección. Otras veces, limpiar la pulpa del diente, es decir “matar el nervio”, no funciona y la infección no cesa, pero seguimos queriendo conservar la pieza dental, entonces, hay que realizar una cirugía periapical.
Con esta técnica se recuperan cerca del 90% de las piezas dentales.
Existen clínicas especializadas en esta técnica como La Clínica Dental en Valencia IDIM que es especialista en cirugía periapical y que sus procedimientos están avalados por la experiencia de su equipo.
Lo importante es ponerse en manos de profesionales como Miguel Peñarrocha, que junto a su equipo son expertos en cirugía periapical. El doctor Peñarrocha ha escrito más de 500 publicaciones en referencia a la salud dental y la cirugía periapical. Además, cuenta con más de 35 años de experiencia.
La curación es rápida y con molestias ligeras
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El objetivo principal de esta técnica es evitar la extracción dental y así conservar el diente dañado. Consiste en la eliminación de las zonas infectadas y con inflamación a través de drenajes alrededor del hueso alveolar, es decir, la zona afectada. La curación suele ser de unas dos semanas ya que se realiza una pequeña herida en la encía, pero las molestias suelen ser ligeras y totalmente llevaderas con medicamentos como Paracetamol o Ibuprofeno. Lo importante es que con esta técnica se evita la pérdida de la pieza y por lo tanto tener que colocar un implante dental.