El metro ha invertido más de 500.000 euros para infiltrar a inspectores que actuarán como pasajeros. La compañía pública ha licitado un contrato para llevar a las estaciones de metro, inspectores de incógnito que pongan a prueba su servicio actuando como un usuarios.
A cada uno de los especialistas se le ha pedido que aplique el método del "cliente misterioso". Desde la limpieza de las estaciones hasta la presencia de músicos. Todo será examinado por una decena de inspectores en incógnito.
El evaluador necesita que el evaluado no sepa que está siendo examinado
Mensualmente se realizan 2.500 con un ritmo de más de 80 inspecciones diarias. Cada aspecto y detalle de la medición lleva consigo un peso asociado y específico en la evaluación que configura la nota global de la visita. De esta manera, el resultado es un conjunto de datos clave para la operativa diaria de una compañía sometida a una crítica constante.
En esta nueva campaña, el evaluador necesita que el evaluado no sepa que está siendo examinado, aunque saben que en cualquier momento pueden estar siendo vigilados.