Tras llevar más de tres décadas cobrando la pensión de un hombre fallecido, en 2013, la sucursal de Bankia de la calle Martínez Izquierdo, en el barrio de Las Ventas de Madrid, dio la voz de alarma sobre el fraude que estaba cometiendo esta mujer cada mes desde el año 1980.
Tal como ha revelado la investigación del caso, la mujer era trabajadora social en el Hospital psiquiátrico Alonso Vega (ahora renombrado Doctor Rodríguez Lafora), donde se ocupaba, entre otros pacientes, de un hombre al que se le había concedido la incapacidad absoluta en 1977 y que falleció en 1980. A punto de cumplir 40 años, la mujer ideó un plan para cobrar la pensión de dicho paciente, que hasta el momento de su detención le habría repercutido más de 200.000 euros.
Como en su día nadie comunicó el fallecimiento a la Seguridad Social, la condenada se hizo con su DNI y su documentación para abrir una cuenta en su nombre en la sede de Caja Madrid (ahora Bankia) de Las Ventas, sirviéndose de una carta falsificada en la que el fallecido le da permiso para realizar operaciones en su nombre, como por ejemplo, la retirada cada mes de la pensión de incapacidad. Cuando el banco empezó a sospechar y exigirle más pruebas, la mujer se las ingenió para hacer conseguir una fe de vida emitida por el Registro Civil, con la que acudía cada mes a la sucursal, junto con el DNI caducado desde 197, la autorización y la excusa de que el hombre estaba incapacitado para salir de casa y hacer él mismo las gestiones.
Como en su día nadie comunicó el fallecimiento a la Seguridad Social, la condenada se hizo con su DNI y su documentación para abrir una cuenta en su nombre
Finalmente en 2013 fue cazada por la propia sucursal de Bankia y denunciada por un delito de estafa y falsedad documental por los que había llegado a cobrar hasta 205.590,02 euros de parte de la seguridad social. La mujer, que actualmente tiene 80 años, reconoció todos los delitos en el juicio e incluso pidió perdón, lo que hizo que tanto la Fiscalía como el Instituto Nacional de Seguridad Social rebajasen su petición de cárcel a los dos años, para que no sea efectivo su ingreso en prisión, además de pedir una multa de 900 euros y la restitución total de todo el dinero embolsado durante estas tres décadas de engaño.
Aunque esta sentencia contra la anciana ya se había emitido, ha sido ahora el Tribunal Supremo quien ha ratificado la resolución aprobada por la Audiencia Provincial de Madrid en la que desestima la petición del INSS de que sea Bankia quien reponga el dinero, como responsable civil subsidiario de la estafa, pues entiende que no hay forma de probar que la sucursal bancaria no exigiese la suficiente documentación en su día. Con esta resolución, el INSS pierde la esperanza de recuperar todo el dinero estafado, ya que ha quedado claro que la mujer no puede hacerlo. Por el momento ha devuelto 20.000 euros y Bankia ha restituido otros 37.600.