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El agua bendita no contagia la COVID-19
Te contamos el porqué en este artículo
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Ya es oficial, los dispensadores de agua bendita que evitan el riesgo de contagio por COVID-19 ya han llegado a Madrid. En concreto, han hecho su aparición en dos parroquias de la Comunidad de Madrid, una en el municipio de Galapagar y otra en Madrid capital.

Los dispensadores los ha desarrollado una empresa española y una de las ventajas de estos nuevos instrumentos eclesiásticos es que reducen al mínimo el riesgo de contagio por coronavirus. La iglesia de Nuestra Señora de la Paz (Madrid) y la parroquia de San Antonio (Galapagar) ya los han probado.

El objetivo de esta iniciativa es devolver a los fieles la posibilidad de persignarse a la entrada al templo, una tradición que la irrupción del coronavirus había desterrado de las iglesias por las recomendaciones higiénico-sanitarias para evitar contagios.

La Conferencia Episcopal indicó a los párrocos que retiraran esta pila de la entrada de las iglesias

La empresa española AquaSanctus ha conseguido sortear el problema que para las parroquias y sus fieles supone, en tiempos de coronavirus, la tradición de persignarse con el agua bendita de la pila situada a la entrada de los templos. Gracias a un dispensador automático, cada fiel recibe directamente en sus manos el agua bendita necesaria para santiguarse sin necesidad de que su piel entre en contacto con ninguna superficie, minimizando así el riesgo de contagio.

Las recomendaciones higiénicas para evitar el contagio por COVID-19 convirtieron en imposibles multitud de actos cotidianos y, uno de ellos, fue la persignación de los fieles a la entrada de las parroquias tomando agua bendita de una pila común. La Conferencia Episcopal indicó a los párrocos que retiraran esta pila de la entrada de las iglesias.

Por ello, un grupo de emprendedores españoles decidió buscar una solución para que los fieles de las parroquias pudieran seguir recibiendo este sacramental con toda la seguridad posible. Así, surgió este dispensador de agua bendita que funciona con un pedal situado en su parte inferior que cada persona puede activar para recibir directamente en sus manos la cantidad necesaria de agua bendita, convirtiéndose en la única solución para que las parroquias sigan ofreciendo agua bendita en época de pandemia.

Con estos dispensadores de agua bendita se pretende solucionar el grave problema que tiene la Iglesia a nivel mundial al no poder dispensar a sus fieles el agua bendita, un sacramental muy arraigado ya que recuerda al bautismo y a las promesas que en él se hicieron.

Precisamente por eso y por su amplio uso en la vida cristiana, con estas nuevas pilas de agua bendita, AquaSanctus abre la puerta a una nueva forma de recibir este sacramental y proporcionarlo a los cristianos en las iglesias en tiempos de coronavirus.

OTROS LUGARES QUE LO UTILIZAN

Un sencillo mecanismo que ya se ha instalado en lugares emblemáticos como la del Santuario de Nuestra Señora del Rosario la Virgen de Fátima, en Portugal, y en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia. En España, el invento ha conquistado a la Catedral de Valencia y a la Basílica de la Virgen de los Desamparados, en la misma ciudad, además de localidades de otras provincias como Toledo, Cuenca, Alicante o Castellón.