Un 86,2% de los pacientes con Covid persistente sufren también trastornos psicológicos o emocionales como angustia y depresión, según un estudio que han llevado a cabo la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el colectivo Long COVID ACTS, en el que han participado 2.100 pacientes.
Además de tener síntomas del coronavirus semanas o meses después de la infección inicial, como fatiga extrema, dificultades para respirar, tos y dolores en las articulaciones o en el cuello, también acaban sufriendo depresión y ansiedad.
La pandemia ha producido un incremento del 30% de los trastornos emocionales
"Algunos de estos síntomas son de naturaleza neurocognitiva: alteraciones de la memoria, de la atención, de la concentración... con un impacto importante en el desarrollo de su día a día, desembocando frecuentemente con trastornos de angustia y depresión", explica Gloria Rius, enfermera y psicóloga de la Aificc.
Además, diferentes expertos en salud han anunciado que la pandemia ha producido un incremento del 30% de los trastornos emocionales en la población general y estudios recientes del Hospital de San Juan de Dios apuntan a que estos incrementos son aproximadamente de un 50% en población infantil y adolescente.
El colectivo de gente mayor es especialmente vulnerable porque hasta la vacunación han estado aislados del entorno social, comunitario y familiar.
"Observamos que a algunas de estas personas mayores que han sufrido soledad ahora les cuesta nuevamente recuperar la dinámica de socialización, sea porque tienen miedo o porque no se sienten con ánimos", ha apuntado Ríos.