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El Cordel del Altar - Primera Parte
SoydeMadrid te desea felices fiestas con este cuento navideño
Regional |

Autor: Álvaro Frutos Rosado

Ilustraciones: Francisco Cruz de Castro

Locución: Lala

Lo que viene a continuación no sé si realmente es un cuento de Navidad. A mí me pareció. Creo que es muy real para ser un cuento, los cuentos no lo son tanto y son intemporales. ¡No será un cuento! Pero, como los cuentos, tiene sentimientos, emociones, sonrisas, evocaciones a la nostalgia y cariño...

La mujer estaría en los cuarenta, aunque esa edad antes era físicamente distinta y más después de haber alumbrado a cuatro hijos. Llevaba de su mano a la más pequeña cuando el soldado le salió al paso. Comenzó por acariciar los rizos de la cabeza de la niña, el militar habló a la madre con rostro de indudable preocupación, gesticulaba ostensiblemente con sus manos, arriba y abajo, tan solo paraba para juguetear con los mechones. Recogió su larga falda y corrió entrando en la casa dando un fuerte topetazo con la cortina de chapas a la chiquilla que andaba tras ella.

_ ¿Tú padre, dónde esta tú padre? Le preguntó a uno de los chicos mayores

_ Está en el bar, atendiendo a unos soldados que han entrado a tomar algo.

_Ve tú a atenderles y dile que venga.

_ ¿Qué pasa mujer?

_ Pasa que me ha parado un soldado, un jefe. Teniente creo, de las Brigadas, es belga o francés, pero habla muy bien español.

_ ¿Y?

_ Me ha dicho que rápidamente recojamos lo que podamos y nos marchemos. Que dejemos la casa, el bar, la tienda, todo, que nos refugiemos en un lugar seguro. Aquí los niños corren peligro. Todos. ¡Mejor hoy que mañana! Van a iniciar un fuerte ataque sobre Madrid. Bombardeará la artillería y la aviación toda esta zona.

_ ¡Alarmista!

_Tanto como la bomba que cayó sobre el estiércol en la vaquería cuando yo estaba allí. Tanto como cuando tú y tus amigotes me dijisteis que no habría guerra, ¡los políticos lo solucionarían todo, salvo las guerras! ¡Panda de sinsorgas de la sopa boba!

_ Mujer, esperaremos unos días. Si cerramos el bar no sé de qué vamos a vivir.

_ ¡Vivir! Eso es vivir y que los niños vivan.

Como los cuentos, tiene sentimientos, emociones, sonrisas, evocaciones a la nostalgia y cariño

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