El Corte Inglés se encuentra en un proceso de reestructuración al que ya se veía forzado antes pero que el Coronavirus ha obligado a agilizar. Compañías como Amazon han adelantado por la derecha al que fuera el principal referente como superficie comercial, pero además de su modelo de venta, está ampliando el margen de actuación de su tarjeta de fidelización.
De manera que, según Expansión, la división financiera del grupo, controlada al 51% por Grupo Santander, planea convertir su tarjeta de compras en un producto universal que se pueda utilizar en cualquier superficie o comercio para fraccionar el pago de las compras. El Corte Inglés mantenía parte de su público gracias a la financiación de sus compras pero ahora parece que quiere ocupar un lugar entre lo bancos ofreciendo este servicio en cualquier establecimiento.
La tarjeta de los grandes almacenes es la más popular de España, con 11 millones de titulares. Actualmente con ella se puede aplazar pagos o financiar compras en establecimientos del grupo, incluidos Sfera, Bricor y Viajes El Corte Inglés y en ciertos establecimientos adheridos, especialmente gasolineras.
La operación parece estar planificada para potenciarse tras el verano. No obstante, fuentes de El Corte Inglés señalan que todavía no hay nada cerrado y que se trata solo de posibilidad de estudio.
El Corte inglés quiere hacerse un hueco entre los bancos
La tarjeta, que nació en 1966, permite aplazar compras en establecimientos del grupo El Corte Inglés hasta 60 días sin intereses. Posteriormente, se cargan en la cuenta bancaria del titular el último día del mes siguiente. Por otro lado, ofrece una línea de crédito abierta siempre. En estos casos, el tipo de interés promedio que cobra es del 19,56% TAE.
La financiera ya ofrece desde 2018 un préstamo a los titulares para adquirir cualquier bien, sea o no de El Corte Inglés. El hecho de que muevan con ello unos 250 millones anuales podría ser un motivo para querer ampliar las prestaciones del carné.
El grupo quiere que esta división de negocio crezca. Este nuevo enfoque vendría empujado por aprovechar las posibilidades comerciales que ofrece la normativa de pagos europea PSD2. Esta reglamentación permite a entidades que no son bancos instalar funcionalidades de pago asociadas al teléfono móvil a través de apps.
En marzo se conocía que El Corte Inglés llevaba en trámites con el Banco de España cerca de un año para poder ser una entidad financiera. Esto gracias a un acuerdo entre el grupo y Mastercard, para lanzar su primera tarjeta universal.
Por si fuera poco, hace unos meses la empresa registró la palabra Bitcor, que hizo sospechar sobre las intenciones del Corte de meter mano al mundo de las criptomonedas. Ninguna posibilidad se cierra dentro del grupo para tratar de reorganizarse y no hundirse ante los cambios digitales que otras empresas han aprovechado mejor.