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¿El delegado del Gobierno está haciendo la cama a Lobato?
Las "malas lenguas" dicen que sí, mientras el secretario general del PSOE-M asegura que no
Regional |

¿Juan Lobato está de salida? Hace apenas unos días el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, estallaba contra el delegado del Gobierno en la región, Francisco Martín Aguirre, por atacar al Gobierno tanto regional como local, "ha decidido ser el jefe de la oposición", opacando no solo a Reyes Maroto, sino al propio secretario general del PSOE-M. Unas palabras que ya hemos oído en otras ocasiones, incluso por parte de diputados de la Asamblea de Madrid.

En una entrevista en este medio, el propio portavoz del Partido Popular en la Asamblea, Carlos Díaz-Pache, comentó lo siguiente sobre Lobato: "yo creo que está haciendo lo que puede hacer, y no sé si le van a dejar hacer mucho más, porque no va ni para un lado ni para el otro, y eso en política se penaliza".

José Virgilio Menéndez, también diputado por el Partido Popular, aseguró ante nuestras cámaras que el delegado no solo era "un 'hooligan', un energúmeno", sino que parece tener la intención de querer echar a Lobato.

No obstante, si nos vamos al otro lado del hemiciclo de la Asamblea, a la bancada de Más Madrid, Emilio Delgado, portavoz adjunto de la formación, aseguró que al portavoz socialista le faltaban revoluciones.

A estas sospechas se unen las preguntas que han hecho a Lobato los propios medios de comunicación, cuestionando si el delegado del Gobierno le estaba haciendo la cama y postulándose para ser el próximo candidato del partido. Una sospecha alimentada también por los constantes fracasos electorales del partido en elecciones tanto regionales como nacionales y europeas.

Sin embargo, el aludido ha ido respondiendo, con aparente calma, a todas y cada una de las menciones negando que pudiera darse algún relevo en el liderazgo del partido en la región. Es más, el socialista tenía claro que eran los populares los que querían ese cambio, "yo sé el daño que le hago al Partido Popular", y aseguraba que mantenía muy buena relación con Martín, a quien él mismo propuso para ocupar el puesto de delegado del Gobierno, intentando tirar por tierra las sospechas.