Desde Moncloa se ha procedido a aprobar en el BOE el Real Decreto-ley 6/2022, de 29 de marzo, que entrará en vigor este jueves y por el que se adoptan medidas urgentes en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania. Una de las novedades consiste en la posibilidad que se ofrece a los comercios minoristas para decidir si limitan la cantidad de existencias que cada comprador puede adquirir, algo que hasta el momento estaba prohibido, de acuerdo con al legislación vigente.
Ucrania representa el 10 % del mercado mundial del trigo, el 13 % del mercado de la cebada, el 15 % del mercado del maíz y es el actor más importante en el mercado del aceite de girasol (más del 50 % del comercio mundial). Por lo que respecta a Rusia, estas cifras son respectivamente el 24 % (trigo), el 14 % (cebada) y el 23 % (aceite de girasol).
Por otro lado, también influyen en la adquisición precipitada y masiva de ciertos alimentos la subida de precios derivada del aumento del coste de los combustibles -por el miedo a nuevos ascensos de los precios- y el aumento, en general, del precio de la energía, traducido a su vez en el incremento del importe final de venta al público. A modo ilustrativo, y según recoge el propio texto, el 8 de marzo del año 2022, el precio medio de la electricidad del mercado diario en España ascendió a 544,98 €/MWh, alcanzando ese mismo día su valor horario máximo de 700 €/MWh en el pico de consumo de la noche (hora 20), cuando el precio medio de la electricidad desde la liberación de la generación en el año 1998 se sitúa en el entorno de los 45 €/MWh, es decir, más de diez veces.
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Ante el temor a quedarse sin existencias, y al igual que ocurriese durante los peores meses de la pandemia, el público muestra una tendencia a comprar más cantidad de la necesaria, acelerando la falta de stock, Igualmente, los vendedores reclamaban un soporte legal para poder racionar sus productos básicos a la venta, con el fin de evitar quedarse completamente a cero, garantizando que todos los consumidores puedan llevarse al menos una unidad de cada. En este sentido, será necesario demostrar la excepcionalidad y justificación "de circunstancias extraordinarias por fuerza mayor".
La nueva norma, que permite, por otro lado, la sustitución de ingredientes por sucedáneos similares que cumplan las normas de etiquetado, recoge, de la misma manera, el anunciado descuento de 20 céntimos por litro de combustible, ayudas para empresas y una subida del Ingreso Mínimo Vital.