Si estás pensando en cambiar de coche, puede que ahora sea el momento, pues según un estudio publicado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, el parque móvil español es uno de los más envejecidos de Europa.
La media de edad de los vehículos españoles es de 13,1 años, unos 6 meses más que la media del año pasado que se situaba en los 12,6 años de media, dos cifras muy por encima de la media europea que se sitúa en los 10,8 años de edad. Esto supone que nuestro país supera ya la media de la década de edad en el 63% de los vehículos comerciales ligeros, el 67% de los industriales y el 55% de los autobuses y microbuses.
De hecho, según ANFAC, en España se venden más vehículos envejecidos que completamente nuevos, solo en 2020 la venta de vehículos de alta antigüedad llegó a los 1.116.939 turismos superando a las 851.210 matriculaciones de turismos nuevos. es decir, que por cada turismo nuevo se vendieron 1,3 turismos de más de 10 años.
Los vehículos eléctricos solo suponen un 0,32% del total del parque automovilístico en España
Esto supone un serio problema para cumplir los objetivos medioambientales impuestos a nivel Europeo, ya que, en la actualidad, un vehículo nuevo consigue reducir las emisiones del nocivo NOx en un 86%, así como las partículas nocivas en un 99% con respecto a vehículos de gran antigüedad.
A pesar de que en 2020 se llegaron a vender un 78,6% más de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, hasta alcanzar las 96.178 unidades, estos siguen representando únicamente el 0,32% del parque móvil total español. Los vehículos con etiqueta CERO y ECO también han aumentado su presencia en un 81% y 36%, respectivamente, pero aun así, apenas superan la presencia de un 2% en el total del parque automovilístico.
Todos aquellos vehículos sin etiqueta medioambiental de la DGT, es decir los gasolina matriculados antes del año 2000 y los diésel matriculados antes del 2006, no podrán acceder a la M-30 a partir de 2022 al menos que sean residentes. Una restricción que va a ir a más hasta que en 2025 no puedan entrar en la ciudad de Madrid sin importar si residen en ella.