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El Sindicato de enfermería denuncia una situación crítica
Aseguran estar al límite de sus fuerzas tras un verano caótico, con plantas cerradas, falta de camas y Urgencias colapsadas
Regional |

El Sindicato de Enfermería reclama un Plan de Acción, claro, concreto y realista para solucionar un problema que ya es crítico y que se puede cronificar en el tiempo. Son necesarias más enfermeras/os, enfermeras/os especialistas y fisioterapeutas para mantener el Sermas funcionando correctamente. El escenario durante este verano, remarcan, "ha sido caótico con consultas y plantas cerradas, enfermeras/os al límite de sus fuerzas y Urgencias colapsadas debido a la falta de camas y de profesionales". Argumentan que "de nada sirven buenas palabras o que no hay profesionales disponibles. La realidad es que las enfermeras/os no quieren trabajar en el Sermas por sus malas condiciones laborales, profesionales y retributivas. Lo que falta es voluntad política para llevar a cabo mejoras que permitan su fidelización".

Señalan que "el Gobierno sigue pensando que los ‘héroes’ de la primera ola volverán a solucionar los problemas crónicos del Sermas y no quiere reconocer que, debido a la política sanitaria que se ha llevado a cabo en los últimos años, las enfermeras/os, enfermeras/os especialistas y fisioterapeutas madrileñas están agotadas y muy desmotivadas”. Desde el sindicato subrayan que faltan enfermeras y las que prestan su labor en el Sermas y en la AMAS están abandonando la Comunidad de Madrid por la precariedad y la ausencia de respuesta a sus problemas por la Administración Sanitaria y del propio Gobierno regional.

Muchas enfermeras, enfermeras especialistas y fisioterapeutas están renunciando a sus empleos por sentirse desprotegidas ante la situación que se está viviendo en los últimos años en la Comunidad de Madrid y el Gobierno no está poniendo ninguna alternativa para solventarlo”, explican desde SATSE Madrid que se muestra “muy preocupado” por la situación.

En los últimos meses, desde SATSE Madrid se ha denunciado la precariedad de las contrataciones, con más de 1.000 contratos en la actualidad sin cubrir. La respuesta de la Consejería de Sanidad ha sido cerrar plantas y consultas de Enfermería por no encontrar personal que quiera trabajar en la Sanidad Pública madrileña. "Lo más grave es que, además, hay un gran abandono de enfermeras que no quiere trabajar en el Sermas o en la AMAS por sus malas condiciones laborales, profesionales y retributivas". La precariedad "se ha instalado en un sistema sanitario público que hasta no hace mucho era modélico" y que ahora "hace aguas’ por casi todos lados”, comentan.

Lamentan que muchos trabajadores abandonen la profesión al no poder soportar la situación.

Durante todo el verano hemos visto profesionales con más pacientes a su cargo de los recomendados por los organismos nacionales e internacionales, Urgencias bloqueadas y saturadas por la falta de profesionales y espacio y consultas de Enfermería que se han tenido que cerrar por no tener al profesional necesario para atenderlas”, denuncian desde el Sindicato de Enfermería. "Esto no es ‘optimizar’ la atención sanitaria sino generar estrés y ansiedad en unos profesionales que se consideran olvidados por un Gobierno regional al que no le importa cuál es la realidad que se vive en los centros".

Es imprescindible llegar a un consenso entre profesionales y Gobierno para poner en marcha un Plan de Acción que impida, por ejemplo, que enfermeras/os, enfermeras/os especialistas y fisioterapeutas prefieran abandonar su profesión o la región antes que seguir soportando la precariedad que sufren en sus puestos de trabajo en el Sermas y/o AMAS”, explican desde SATSE Madrid.

No debe normalizarse, continúan, que enfermeras/os con un puesto de trabajo fijo, dejen la profesión o se trasladen a otras Comunidades por no soportar la situación que sufren en Madrid. Muchas se sienten ninguneadas, abandonadas por el Gobierno regional y no ven soluciones a una situación que se prolonga ya demasiado en el tiempo”. Explican que la Comunidad de Madrid es "la región española con menos enfermeras por 1.000 habitantes, sus retribuciones están entre las más bajas de todo el Estado y la presión que soportan, tanto sus hospitales como centros de salud o residencias públicas, es de las más elevadas de toda España".