El equipo de gobierno de la Comunidad de Madrid ha anunciado que prolongará durante dos semanas más tanto el toque de queda a las once de la noche, como el cierre de la hostelería a la misma hora. El objetivo es claro, no confiarse con la mejora de los datos, a pesar de que la incidencia continua disminuyendo, hasta situarse en los 305 casos por 100.000 habitantes, y seguir trabajando para que la incidencia baje lo máximo posible.
Una de las cifras que más ha disminuido en las últimas semanas es la de ingresos en hospitales y atención primaria. La disminución de los ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivosha sido de 743 en una semana, situándose ya en los 580 pacientes. Pese a que la gran mayoría de indicadores arrojan datos positivos con respecto a semanas pasadas, el viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha pedido "no bajar la guardia".
"Todos los datos indican que estamos al final de la tercera ola" Antonio Zapatero, viceconsejero de Sanidad
Cepa Británica
La comentada mejoría de datos llega en un momento en el que hay un factor muy a temer por parte de los organismos madrileños: la cepa británica. Según datos ofrecidos por la Comunidad de Madrid, la incidencia de la cepa británica ya se situa en torno al 40%, pudiendo llegar hasta el 60% en algunos puntos de la región. La alta transmisibilidad de la cepa puede ser una clave del `pie en el freno´ que deja la Comunidad en su desescalada.