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El flamenco no es solo baile, también historia y cultura. Un sector golpeado por la pandemia donde el bailaor y profesor Juan Carlos Hermida junto a sus alumnas han encontrado en la reducción de aforo una de sus ventajas, pues las clases han pasado a ser minoritarias y hay más espacio para bailar, además de poder dedicar más tiempo y atención a los alumnos. El principal inconveniente es el tener que bailar con la mascarilla puesta, aunque es cuestión de adaptación.

El covid ha asolado a la cultura, lo que ha conllevado al cierre de los tablaos en la capital haciendo mucho estrago a los bailaores de flamenco como Juan Carlos, quien reivindica más ayudas para el sector: “ somos artistas y también tenemos que comer” sentencia el bailaor.