Dirigir el cerebro a pensar solo en lo que debemos o queremos, es imposible. No se pueden controlar los pensamientos espontáneos que nuestra mente genera. La parte positiva es que este tipo de ideas, son útiles: son importantes para la creatividad, la adaptación y la resolución de problemas.
Como todo, esta característica también tiene su cara oculta, pues estas proyecciones a veces pueden ser muy negativas, perturbadoras o inquietantes. Ciertos tipos de intrusiones no deseadas son especialmente angustiantes: pensamientos sobre causar daño a alguien, cometer un delito, o amenazar a nuestra propia seguridad personal conforman un abanico de experiencias planteadas que pueden no tener límite en nuestra imaginación. Pero, ¿Hasta qué punto pueden ser peligrosas? ¿Qué haríamos con esos pensamientos intrusivos en un mundo sin ética ni justicia?
Estas preguntas se resuelven al conocer a Joe Goldberg, el protagonista de la serie de televisión estadounidense You. Penn Badgley interpreta a un joven aparentemente normal, con una vida aparentemente normal y, en esta última temporada, con una familia de las mismas propiedades. Su trabajo, su entorno, su imagen… Todo en este personaje podría seguir considerándose corriente si no fuera por sus ganas de matar. Más bien por su escasa, casi nula, vacilación a la hora de satisfacerlas.
Así nos lo revela Joe durante los primeros capítulos de la serie, y los últimos, estrenados el pasado 15 de octubre. A pesar de jugar con el fuego de la redundancia, los directores, Greg Berlanti y Sera Gamble, parecen haber conseguido no quemarse. Y es que, esta tercera parte sigue la tónica de la segunda: más sangre y psicopatía, que nos hacen dar con una versión de nosotros mismos insensibilizada y resignada, pero no impasible. Y eso, asusta.
You nos enseña una versión de nosotros mismos que asusta.
No cabe duda de que, de todos los patrones describen a Joe, ninguno es defendible. Es un acosador misógino y obsesivo al que su instinto convierte en un homicida. Sin embargo, puede que no nos parezca malo del todo. Sus acciones e ideas se ven justificadas por sus traumas infantiles, pero, sobre todo, por su narrativa.
Goldberg nos habla constantemente, de cómo se siente y de lo que piensa. Es sincero sobre sus deseos, por muy crueles que sean, y si nos intenta engañar es porque también trata de mentirse a sí mismo. Y lo logra por cada una de las partes que componen este universo: Joe manipula su mundo interior, al que le rodea, y al que se encuentra al otro lado de la pantalla. Él no se cree un villano, y casi nos convence de que no lo es. ¿Qué más da? No hay nada que nos obligue a cuestionarlo o a condenarlo. La serie You no nos juzga, no tenemos unos principios que demostrarle, porque ella a nosotros tampoco.
###52517###