La relación entre los alumnos y sus profesores durante la época estudiantil es clave para su buen desarrollo tanto educativo como emocional. El sentimiento de pertenencia a un grupo, la creación de una comunidad, el sentir que su trabajo se puede ver recompensado, son pequeños motivantes que marcan la diferencia. Una manera de poder premiar ese trabajo es a través de los regalos.
El material escolar es la mejor opción a la hora de compensar a los alumnos, no solo por la ilusión que puede transmitir a los estudiantes, sino porque muchos de ellos podrían no tener la ocasión de estrenar estos productos al inicio de curso, ni en ninguna época del año. Con esta actuación, los profesores abren las puertas hacia la creación de un clima de igualdad entre los compañeros, un espacio donde todos pueden acceder a las mismas oportunidades, además de facilitarles el material necesario para poder cumplimentar sus tareas escolares.
Así mismo, el desarrollo de estas prácticas también puede favorecer a la visión que los padres o tutores tengan sobre el colegio. ¿Por qué? Gracias a estos regalos, muchos de ellos podrán ahorrarse este gasto, favoreciendo así su experiencia en el centro y, sobre todo, teniendo en cuenta lo que han subido los precios con la inflación. Esto, a su vez, favorece a a fidelización de las familias, quienes querrán compartir sus vivencias con otros, y atraer así a más estudiantes. Unos beneficios que, automáticamente, también recaerán en el centro escolar.
Ya sea bolígrafos personalizados, camisetas, mochilas, agendas o cualquier otro utensilio, si una cosa es cierta, es que los padres acogerán esta iniciativa como una manera que tiene el centro de cuidarles, al igual que los alumnos, quienes podrán ver cómo su trabajo se recompensa. Incluso para aquellos estudiantes que anden más rezagados, el recibir un regalo puede ser un aliciente para motivarse, ponerse las pilas, y crear lazos con sus docentes y compañeros.
Algunos objetos podrían ser la clave de un buen merchandising
En cuanto a la atracción de nuevos alumnos, como se ha comentado anteriormente, es un aspecto clave para los colegios y, otra manera de conseguirlo es a través de la creación de su propia marca, es decir, con material escolar personalizado, objetos que puedan regalar en eventos educativos como pueden ser las ferias o las jornadas de puertas abiertas. Una actuación que será bien acogida tanto por los padres como por los estudiantes al percibirlo como un detalle, elevando la imagen del colegio y dejando "huella".
Por ejemplo, las ferias del sector educativo en Madrid llegan acompañadas de varias propuestas y una programación muy rica, tanto para docentes como para estudiantes. Además, muchas de ellas se celebran en IFEMA. Las más próximas son la XIII Feria de Empleo para personas con Discapacidad, que tendrá lugar los próximos días 23 y 24 de noviembre. Otro evento, que se celebrará en marzo de 2023, es el Congreso Red + Interdidac, o el Salón Internacional de Postgrado y Formación Continua.
Todas estas sesiones están esperando a que los centros educativos acudan para darse a conocer, captar nuevos alumnos y compartir una experiencia única de la que podrían salir favorecidos.
En esta línea, se pueden destacar algunos objetos que podrían ser la clave de un buen merchandising. Para escoger el material escolar ideal es importante reconocer las necesidades de los alumnos, y elegir aquello que sea más práctico para ellos. Si acudimos al primer día del curso escolar, muchos docentes realizan un pequeño recordatorio sobre aquellos utensilios que se deben tener para la correcta realización de las tareas (agendas, bolígrafos, estuches). Probablemente, a nadie se le ocurriría regalar un llavero o un pin con el logo del colegio, ya que su utilidad es prácticamente nula.
Así, los centros se pueden decantar por varias opciones. En primer lugar, los lápices personalizados pueden ser un buen obsequio. Con ellos, los estudiantes podrán realizar todas sus tareas y, si por casualidad acaba en manos de sus padres, y estos se lo llevan a sus puestos de trabajo, ya se está difundiendo la imagen del colegio a otras áreas interesantes. ¿Quién no guarda buenos recuerdos de esos bolígrafos o lapiceros que daban en el colegio, la ilusión de estrenarlos en clase e incluso de sacarles punta? Además, estos abarcan, en sí mismos, otra amplia variedad de elecciones, se pueden regalar lapiceros de mina negra, sets de lapiceros de colores, portaminas...
Por otro lado, se puede optar por los bolígrafos, otro de los utensilios esenciales, sobre todo para los estudiantes que los estrenan por primera vez. Dentro de esta gama podemos encontrarlos los bolis tradicionales (azul, rojo y negro), y podemos experimentar con los más novedosos, bolígrafos de diferentes colores, incluso fosforitos. También podríamos incluir aquí los subrayadores, estos objetos que siempre a los que siempre se acuden para remarcar las partes más importantes del temario, para decorar los apuntes o para señalar correcciones.
Las agendas escolares también son una buena opción, teniendo en cuenta que puede ser de los utensilios más caros. A estas se les pueden unir las carpetas o las mochilas, claves para difundir la imagen del colegio ya que, al trasportarlas por otras zonas, se da visibilidad y seguir trasladando así esa imagen de comunidad que favorece al centro.
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