El actor estadounidense Paul Newman soplaría, este 26 de enero, 97 velas en su tarta. Fallecido en 2008, y conocido por ser una de las caras más bellas del cine, el reconocido actor estadounidense, pese a su éxito, no comenzó con grandes producciones. Tras aparecer en algunos programas de televisión, intervino en 'El cáliz de plata', de Victor Saville, debut poco afortunado, pues la película no consiguió ningún tipo de reconocimiento. Dos años después, sin embargo, se produjo el ascenso de Newman gracias a un trabajo que lo situó en primera línea de los jóvenes actores de aquel momento.
A comienzos de los sesenta, colaboró en películas que tuvieron una excelente acogida. Una fue 'Éxodo' (1960), de Otto Preminger. La cinta, por la importante producción que le rodeaba, venía a indicar que Paul Newman había alcanzado el estatus de gran estrella, aunque nunca habría estado muy de acuerdo con tal etiqueta, dado que siempre mostraba reticencias con la consideración excesivamente comercial que los grandes estudios daban a sus productos.
Trabajó con directores como Alfred Hitchcock ('Cortina rasgada', 1966)
A lo largo de los sesenta y en su faceta de actor, trabajó con directores como Alfred Hitchcock ('Cortina rasgada', 1966), y obtuvo un importante éxito con 'Dos hombres y un destino' (1969), de George Roy Hill, en la que participó como compañero de reparto Robert Redford.
Con medio siglo de carrera y 57 películas en su filmografía, Newman anunció en 2003 su retirada. Sin duda, su dilatada trayectoria lo ha convertido en una de las leyendas del cine de Estados Unidos, en el mismo estilo que los actores más famosos de épocas anteriores. Inteligente y de un excepcional atractivo físico, durante muchos años su sólo nombre bastó para llevar gente al cine.
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