La Comunidad de Madrid recuerda que las medidas más eficaces para mantener la salud pulmonar son no fumar y evitar la exposición al humo ambiental de tabaco, y que su consumo es el principal factor de riesgo de desarrollo del cáncer de pulmón y de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
El Gobierno regional, a través de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, se suma a la celebración hoy del Día Mundial Sin Tabaco con los lemas utilizados por la Organización Mundial de la Salud: Quienes lo dejan, ganan y Comprométete a dejarlo durante la COVID-19.
El consumo del tabaco en la Comunidad de Madrid presenta una tendencia descendente en los últimos 20 años. Según el último informe del Sistema de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles (SIVFRENT) del Servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, de 2020, uno de cada cuatro hombres (26,5%) y una de cada cuatro mujeres (22,7%) fuma -fumadores diarios y fumadores ocasionales-, cifra elevada a pesar del descenso que se ha producido en los últimos años en la población adulta (18 a 64 años).
De hecho, desde 1995, la prevalencia de fumadores actuales -diarios y ocasionales- mantiene un descenso constante, como se refleja en la evolución, disminuyendo del 45,8% al 26,5% en el caso de los hombres, y del 39,1% al 22,7% en el caso de las mujeres.
Del total de jóvenes de 15 y 16 años, el 9,3% son fumadores habituales -el 4,8% fuma alguna vez a la semana y el 4,5% fuma diariamente-. La evolución de los fumadores diarios indica un importante descenso desde 1996, de manera que en el caso de los chicos ha pasado de un 23,7% a un 3,2% en 2020; y en el caso de las chicas de un 31,0% a un 5,7% de fumadoras diarias.
Por otro lado, el SIVFRENT indica -situación en 2020-, que un 19,4% de la población está expuesta al humo del tabaco en el hogar.
La infancia y adolescencia son unas etapas de la vida muy vulnerables, en las que es fácil adquirir conductas perjudiciales y, en el tema del tabaquismo, existe unanimidad a la hora de afirmar que más del 80% de los fumadores se inician en el consumo de tabaco antes de los 18 años y que, cuanto menor es la edad en la que los jóvenes comienzan a probar y experimentar, más probabilidad tienen en consolidarse como fumadores.