Estos tres ingredientes podrían ser perfectamente la respuesta al grave problema que arrastra la sociedad en la actualidad. Una sociedad anestesiada, con maná publico, acojonada con ahora una guerra y una pandemia y como no, sometida a un férreo control social, económico, controlan la sanidad, los préstamos, el trabajo, la energía, el sol, la formación académica, controlan las ilusiones y posibilidades, controlan las comunicaciones, la ciberseguridad, las redes sociales, controlan nuestras conversaciones, nuestras heces, en busca de Covid, controlan el agua que gastamos y la electricidad, donde fuimos de vacaciones y por supuesto, las veces que nos duele la cabeza y, cómo no, las veces que incluso practicamos el poco sexo que después de todo esto las ganas permiten.
Pero... no pasa nada, nadie o casi nadie protesta, vamos ni aún sin ver la leche en los supermercados y el aceite del pobre a precio de oro liquido. ¿Qué cojones nos pasa? ¿Hemos olvidado que tenemos voz? ¿O es que nos la tienen tapada con un calcetín lleno de ignorancia?
Nadie o casi nadie protesta
¿Dónde están los jóvenes que no protestan por su futuro, los padres que no protestan por el futuro de sus hijos ni por el suyo propio?, ¿Dónde están los mayores que no protestan por el futuro de sus nietos, hijos y el suyo propio? ¿Dónde están? ¿Dónde estamos?
¡Beeee, Beeeee, Beeee! perdón ya encontré mi rebaño. Vaya articulo mas ridículo, verdad? Ale nene, enciende el Sálvame y busca unas pipas. Voy a pensar mas... ¿yo?, amos anda ya... ya vendrán tiempos mejores.