La variable Delta está desajustando la campaña de vacunación. Los expertos de Oxford se unen a otros investigadores y aseguran que, aquellas personas que se contagien con la nueva cepa probablemente sufran los síntomas como aquellas personas que no se han vacunado. Además, afirman que la eficacia del medicamento dura tres meses desde su inoculación.
Así mismo, entre sus hallazgos, han descubierto que tanto las dosis de Pfizer como las de AstraZeneca tienen la misma limitación, a pesar de que no están fabricadas con el mismo procedimiento. A esto se le añade el hallazgo de que, aquellas personas que se hayan infectado con la nueva cepa y estén vacunados con las dos dosis, tienen mayor riesgo que con otras variantes.
El estudio se basó en más de tres millones de pruebas realizas en Gran Bretaña
El estudio, organizado por la Universidad de Oxford, se basó en más de tres millones de pruebas realizadas en Gran Bretaña, donde encontraron que, transcurridos 90 días desde la inoculación de la segunda dosis de ambas vacunas, la eficacia de las mismas se reducía en al 75% la de Pfizer y 61% la de AstraZeneca, y esta pérdida era mayor en las personas mayores de 35 años que en los menores de edad.
A pesar de que los investigadores no han seguido comprobando cuánto más disminuye la protección con el transcurso del tiempo, sí aseguran que perderían eficacia a los 4 o 5 meses después de la inoculación de la segunda dosis. Estos datos se unen a los de otros investigadores de diferentes países, que confirmaban estos datos y aseguraban que la administración de una tercera dosis es algo inevitable.
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