Tras detener a un celador del Ramón y Cajal presunta violación de una joven de 18 años, la justicia le ha otorgado la libertad provisional hasta que se puedan demostrar con más pruebas estos hechos. El juez del caso ha recalcado la gravedad del asunto pero afirma que se necesitan más pruebas para poder dictar sentencia.
Así, se realizará una prueba de ADN a la que el presunto agresor ha accedido gustosamente, alegando que no tiene nada que ocultar.
Estos hechos sucedieron la semana pasada, cuando los trabajadores del centro dieron la voz de alarma cuando encontraron un mechero en la habitación de la chica, ingresada en el área de psiquiatría, y que aseguraba que era el presunto agresor quien le proporcionaba estupefacientes y la obligaba a realizar actos sexuales.
Así, el hospital Ramón y Cajal denunció estos hechos ante la Policía Nacional y la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), quienes detuvieron al hombre, de unos 36 años de edad.