Que el PSOE de Madrid no atraviesa sus mejores momentos es algo que ni propios ni ajenos pueden negar. Tras la debacle electoral, la partida de José Manuel Franco y la espantada de Gabilondo, los socialistas madrileños afrontan el nuevo curso con unas primarias previstas para el próximo 23 de octubre.
De momento son 3 los precandidatos que han demostrado su interés en liderar el PSM: Eva Llarandi, concejala en Paracuellos de Jarama; Juan Lobato, diputado en la Asamblea de Madrid y exalcalde de Soto del Real; y Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada.
La carrera ya está en marcha: hasta el próximo 4 de octubre está abierto el plazo para presentar los avales -necesitan que les apoye un 1% del censo electoral (dato opaco, pero se estima que ronda los 13.000 militantes)- y luego tendrán del 8 al 22 de octubre para informar sobre sus candidaturas, antes de que se celebren unas primarias en las que todos los militantes que estén al corriente de pago podrán elegir a su candidato preferido.
Sin duda, las dos precandidaturas más fuertes son las de Lobato y Ayala, aunque Eva Llarandi se presenta por “convencimiento personal” para cambiar “lo que está haciendo mal”, según declaró a Europa Press. Llarandi ha sido concejala de la oposición en Alcalá de Henares y ahora ejerce en el ayuntamiento de Paracuellos de Jarama, donde también es secretaria general del PSOE local.
Frente a ella, Juan Lobato, conocido por haber sido alcalde de Soto del Real y que ya se presentó a las primarias hace 4 años frente a José Manuel Franco, cuando solo consiguió un 19% de los apoyos contra el que representaba el poder de Sánchez dentro de Madrid. Actualmente, Lobato es portavoz adjunto del grupo socialista en la Asamblea.
El otro peso fuerte de estas primarias será, con toda seguridad, Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada desde 2018. Ayala consiguió una amplia mayoría en las elecciones del 19, cuando recibió el apoyo de un 55,54% de los votos.
¿Quién apoya a quién?
En esta lucha que, de momento, se está trasladando como una batalla muy limpia, Lobato parece contar con el apoyo de los grandes nombres del PSOE: los alcaldes de Alcalá, Arganda, Coslada, Parla o Móstoles ya han manifestado su apoyo para el de Soto del Real, mientras que, aparte de pequeños municipios, Ayala solo cuenta con Alcorcón y Getafe. Y es que fueron ellas, las alcaldesas Natalia de Andrés y Sara Hernández, las que arroparon al fuenlabreño para dar el paso y “rearmar el partido”.
A favor de Lobato juega, precisamente, el ser diputado regional, mientras que para Ayala, hay sectores que dudan de que se pueda gestionar un municipio mientras se realizan tareas de partido y, mucho menos, convertirse en líder de la oposición para las regionales, aunque el alcalde fuenlabreño ha asegurado que se presenta “para hacer partido”, no para ser candidato a la Comunidad.
Pero la última palabra está en boca de los militantes (al menos de momento, ya que una de las propuestas de Juan Lobato es abrir las primarias a cualquier ciudadano, esté o no afiliado al PSOE). Según nos trasladan desde las bases del partido, “Lobato no tiene nada que perder”, no ha gestionado grandes presupuestos y ya es diputado en la Asamblea, desde donde podrá dar batalla directa a la presidenta Ayuso. Sin embargo, el paso de Ayala se percibe como un acto de valentía, ya que “tiene mucho que perder y poco que ganar”.
¿Será capaz el alcalde fuenlabreño de llevarse los votos de las agrupaciones locales pese a no contar con el apoyo de sus líderes? ¿Hablará realmente la militancia o será el poder del aparato el que decidirá el próximo secretario general del PSM?