La sexta ola ya está aquí, pero a diferencia de las anteriores, esta tiene un matiz distinto pues tal como la ha calificado la OMS, es la "ola de los no vacunados", ya que, tal como reflejan los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, la incidencia se dispara en los grupos de población que no han recibido ningún pinchazo.
La incidencia en España ya está en 139 casos por 100.000 habitantes, pero el impacto es muy desigual entre aquellos que han sido vacunados y los que no, pues en los últimos dos meses, la incidencia semanal entre los primeros es de 23,1 casos por 100.000 habitantes, mientras que en los segundos, esta cifra casi se triplica con 64,5 casos por 100.000 habitantes.
Pero esta no es la única diferencia entre aquellos que han decidido inmunizarse y los que no, pues según los datos del Ministerio de Sanidad, aquellas personas de entre 60 y 80 años que no han recibido ninguna dosis tienen un 25% más de posibilidades de morir por covid que los que sí se han inoculado.
La incidencia en España ya está en 139 casos por 100.000 habitantes, pero el impacto es muy desigual entre aquellos que han sido vacunados y los que no
Además, la tasa semanal de hospitalizaciones entre personas vacunadas de 30 a 59 años es de apenas de un 0,1 por 100.000 habitantes, mientas que aumenta a un 3,9 entre aquellos que han rechazado la inmunidad. Por su parte, en la población de entre 60 y 79 años, la tasa de hospitalización e ingreso en cuidados intensivos es de 2 y 0,3, respectivamente, entre los que tienen la pauta completa, pero asciende a 35,7 y 6,9 entre los no vacunados.
Aunque es innegable que ya estamos en una sexta ola de incidencia de la Covid-19, esta está siendo mucho más leve en España de lo que están sufriendo en otros países europeos, gracias a que tenemos al 89,2% de la población mayor de 12 años vacunada. Pues pese a que los casos aumentan, no es como en otros países de Europa, como Austria, que roza los 2.000 casos por 100.000 habitantes o Países Bajos y Bélgica con más de 1.000 casos por 100.00.
Además, en España la presión hospitalaria está contenida con un 2,42% de camas convencionales ocupadas, y un 6% de las UCIs. Unos datos muy inferiores a los registrados, por ejemplo, en enero durante la tercera ola, en la que esta ocupación era del 24% y el 42% respectivamente.