Elon Musk ha sido adelantado por la derecha de forma inesperada por Synchron, una empresa estadounidense que ha anunciado que comenzará a realizar pruebas con su neuroprótesis motora, Stentrode. El proyecto ha sido aceptado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados unidos y podría llegar a permitir que utilicemos dispositivos electrónicos con el cerebro. Enviando mensajes directamente a través de nuestra actividad cerebral para que los otros aparatos realicen acciones con solo pensarlo.
Según un comunicado de la empresa, esta investigación comenzará a finales del año en el Hospital Mount Sinai de Nueva York y su principal finalidad es mejorar la vida de pacientes con parálisis de movilidad severa. Entre sus utilidades estaría la de utilizar los datos del cerebro para controlar dispositivos digitalmente y así otorgar mayor independencia a estas personas.
Seis voluntarios han sido los seleccionados para probar el funcionamiento de este implante en el llamado proyecto COMMAND. Los pacientes comenzarán a utilizar el dispositivo en sus hogares tan pronto como se les implante y podrán controlar de manera remota dispositivos con solo pensar en mover sus extremidades. De este modo podrán escribir mensajes, comprar online o acceder a recursos médicos online de manera autónoma y rápida, tan rápido como sean capaces de pensarlo.
¿Cómo se instala esta prótesis en el cerebro?
Antes de que nadie se imagine a un científico abriéndonos el cráneo para implantarnos chips en el cerebro, la empresa ha conseguido los permisos requeridos para iniciar las pruebas en personas gracias precisamente a todo lo contrario. El invento no requiere implantar electrodos directamente en el cerebro ni perforar el cráneo, algo que sí necesitaban otras prótesis descartadas debido a que podrían provocar a largo plazo una inflamación del cerebro.
La prioridad es la seguridad del individuo de modo que Stendrode se instala en los sujetos vía sanguínea, en un proceso lo menos invasivo posible que dura unas dos horas. El implante se puede introducir por completo sin necesidad de que ningún tipo de alambre salga de las cabezas o del cuerpo. Los conductos sanguíneos son la puerta que evita que se realice una intervención quirúrgica sin perder acceso a todas las regiones del cerebro.
El implante ya ha sido probado en otro proyecto desarrollado en Australia. Cuatro pacientes han utilizado la neuroprótesis para transferir datos de manera inalámbrica desde su cerebro a aparatos electrónicos. De acuerdo a los resultados publicados en el Journal of NeuroInterventional Surgery en Octubre de 2020, los dos primeros pacientes consiguieron redactar textos directamente desde sus pensamientos. Gracias al Stendrode y un breve periodo de aprendizaje de las máquinas pudieron enviar mensajes, hacer compras online y gestionar sus finanzas de forma completamente autónoma y sin supervisión en sus casas.
En caso de tener éxito, las posibilidades de que un invento así se generalice y se comience a utilizar de manera cotidiana por usuarios que no tienen ningún tipo de discapacidad podría acercarnos aún más a la vida en películas de ciencia ficción que poco a poco no parecen tan irreales según avanzan las nuevas tecnologías.