La Comunidad de Madrid impartió clases el curso pasado en sus domicilios a más de medio millar de alumnos que, por motivos de salud, no pudieron acudir con regularidad a sus centros de enseñanza. En concreto, fueron 516 estudiantes los que se beneficiaron del Servicio de Apoyo Educativo Domiciliario (SAED), en el que participaron 114 docentes de todas las etapas formativas.
Esta prestación responde a la necesidad de mantener los estudios de aquellos pacientes que tienen periodos de convalecencia superiores a un mes para evitar el desfase escolar que pudiera derivarse de esta situación. Para ello, maestros y profesores de este programa se coordinan con los centros de referencia de estos niños, así como con las aulas hospitalarias de 13 centros públicos de la región.
Este Servicio de Apoyo Educativo garantiza la atención a los estudiantes que, por motivos de salud, no pueden acudir a colegios e institutos con regularidad
En el tiempo que duran las atenciones médicas, se hace uso de la tecnología para mantener el contacto con sus compañeros de clase y tutores, facilitando de esta manera la reincorporación al colegio o instituto de forma paulatina, si ésta se produce.
Pueden hacer uso de este servicio alumnos de segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria, Secundaria (ESO), Formación Profesional Básica y Bachillerato escolarizados en centros sostenidos con fondos públicos, y el horario de las clases varía en función del curso en el que estén inmersos los menores.
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