El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España ha informado por medio de su foro de preguntas y respuestas de lo que se debe hacer al sufrir una reacción adversa después de la vacunación contra la COVID-19.
En este sentido, desde Sanidad, exponen que, si ocurriera una reacción adversa, se deberá “buscar atención sanitaria en tu centro de salud u hospital de referencia, según la importancia de la reacción”.
Además, para conocer y evaluar la seguridad de las vacunas es muy importante que el personal sanitario y la ciudadanía notifiquen la reacción adversa al Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFVh).
No se ha identificado ninguna reacción adversa hasta ahora desconocida que pueda ser motivo de preocupación
El Sistema Español de Farmacovigilancia registra y analiza las reacciones adversas notificadas para establecer si tienen o no relación con la vacunación. Las notificaciones de reacciones adversas también se recopilan a nivel europeo (en la Agencia Europea de Medicamentos) y mundial (en la Organización Mundial de la Salud) y esta información recopilada se evalúa constantemente para vigilar la seguridad de las vacunas, por esto es tan importante notificar las sospechas de reacciones adversas.
Farmacovigilancia de vacunas
La gran mayoría de las vacunas manifiestan sus posibles reacciones adversas en los primeros meses tras su administración. Una vez que las vacunas frente a la COVID-19 estén autorizadas, se habrán llevado a cabo estudios en decenas de miles de personas con varios meses de seguimiento, que habrán identificado las reacciones adversas frecuentes.
Dado el número elevado de ciudadanos que han participado en los ensayos clínicos, se estima que han podido identificarse las reacciones adversas más frecuentes. Pero cuando las vacunas se aprueban, el trabajo no ha acabado. Al igual que con el resto de medicamentos, las agencias de medicamentos ponen en marcha sistemas de farmacovigilancia que permiten identificar reacciones adversas que sean muy poco frecuentes o que excepcionalmente puedan ocurrir tras un tiempo de haber recibido la vacuna.
Esta labor de farmacovigilancia en España la realiza la AEMPS de manera coordinada con las comunidades autónomas, el resto de agencias de medicamentos nacionales y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés). Las agencias de medicamentos de todo el mundo, incluida la AEMPS, han potenciado estos sistemas para vigilar cualquier reacción adversa que pueda producirse, compartir, y analizar la información, y para tomar las medidas que fueran necesarias para mantener favorable la relación entre sus beneficios y sus riesgos potenciales.
La información de farmacovigilancia se publica en esta dirección. De momento, “no se ha identificado ninguna reacción adversa hasta ahora desconocida que pueda ser motivo de preocupación”, según el último informe sobre Vacunas COVID-19.