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No estamos para fiestas
Opinión | El paro desciende significativamente en verano, pero, ¿tenemos motivos para ser optimistas?
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El buen tiempo es sinónimo viajes, reencuentros con amigos, familias, fiestas patronales…Un sinfín de planes que aguardamos con impaciencia todo el año y que nos permite recargar pilas para la vuelta al trabajo. Pero, esta rutina, se ha visto ensombrecida por la llegada de la pandemia. El azote del coronavirus nos ha impedido, en muchos casos, que tengamos motivos de fiesta.

En estas últimas semanas, el descenso del desempleo se ha convertido en un motivo de celebración para el sector económico, que ve en estas cifras un síntoma de recuperación del mercado laboral, pero, cabe preguntarse, ¿estamos en disposición de lanzar las campanas al vuelo?

El mercado laboral de nuestro país está marcado por la estacionalidad, dependemos en exceso del aumento de la actividad que se produce en el sector de la hostelería y el turismo durante los meses estivales y las navidades

Es innegable que la caída de la tasa de paro hasta el 15,26% que refleja la EPA es un dato positivo. Hay una reducción del número de desempleados y un aumento de la ocupación, pero no debemos olvidarnos de la estación en la que estamos. El mercado laboral de nuestro país está marcado por la estacionalidad, dependemos en exceso del aumento de la actividad que se produce en el sector de la hostelería y el turismo durante los meses estivales y las navidades. Mientras ese factor condicione la tasa de desempleo, estamos abocados a tener pocos motivos para estar de fiesta.