Muchas veces cuando ya vemos cercanas las vacaciones de Navidad, Semana Santa o con más efusividad todavía si cabe las deseadas vacaciones de verano, todxs hemos dicho alguna vez... ¡¡Necesito desconectar!! ¡¡Me hace falta resetear!! Hasta ahí algo normal.
Empieza a ser algo preocupante cuando un niño de 14 años tiene que dejar un tiempo de hacer el deporte que más le gusta porque dice que necesita resetear, por la fatiga mental que le produce el miedo a fallar, a perder el partido y sobre todo a lo que compañeros, entrenadorxs y familiares digan de el. En el fútbol base está desgraciadamente cada vez más extendido este problema, cada vez mas miedo al error, a un resultado negativo, a fallar un pase y si ya ese error conlleva un gol en contra del equipo rival el miedo se convierte en pánico. Desde categoría Prebenjamín (6,7 años) ya realizan su deporte "favorito" con esa mochila, y convivo y conozco de primera mano cada vez mas casos de niñxs que no disfrutan de aquel deporte que en su día deseaban realizar, porque pensaban que encontrarían otras sensaciones, unos valores y una emoción que no están encontrando...no era lo que ellos pensaban.
En el fútbol base está desgraciadamente cada vez más extendido este problema
Urge resetear si, pero no a los deportistas sino a todxs los que estamos a su alrededor, familiares y entrenadores para que tengamos claro los objetivos del deporte, y que estamos tratando con personas, muy jóvenes en muchos casos que se merecen crecer deportivamente, evolucionar pero se merecen sobre todo disfrutar.