¿Te acuerdas de todo aquello que decías que ibas a hacer cuando terminase el confinamiento? ¿Te acuerdas de todos los objetivos y proyectos que querías conseguir cuando toda esa temporada horrible acabase? No sé si atreverme a llamarlo normalidad, pero estamos por lo menos muy cerca de algo parecido o similar y quizás muchas cosas llegados a este punto se olvidaron, quizás por dejadez, miedo o ese punto de valentía que algunos llaman de locura.
Somos de memoria cortoplacista, y funcionamos con lo que nos genere comodidad y bienestar a corto plazo, en ese mismo momento, y esos pensamientos de proyectos y de bonitos objetivos nos hacían sentir bien y evadirnos de todo lo malo que en aquel momento vivíamos.
Es el momento de vivir para VIVIR y no como si estuviésemos muertos
Sabiendo lo que sabemos, y después de esa experiencia, tendría que ser más que suficiente para valorar el dedicarte a lo que mas te gusta, trabajar en lo que habías soñado, vivir con lo que siempre te ha gustado y para lo que siempre habías deseado... lo mereces, tenemos fecha de caducidad y estamos expuestos a muchos agentes externos que nos complicarán la vida, esto también hay que asumirlo. Repito lo mereces, y hay que dar el primer paso, el segundo paso es el del "autosabotaje" con las conocidas afirmaciones "eso es imposible" "¿de verdad que eso te merece la pena?" ... el tercer paso será compartir un caso real como ejemplo.
Es el momento de vivir para VIVIR y no como si estuviésemos muertos. Permíteme que te lo regale en el próximo número....
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