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Padre Ángel: “Tenemos que poner los pies en la tierra”
Mensajeros de la Paz sigue trabajando por y para los más necesitados

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Entrevista al padre Ángel

SDO LOCALIDADES |

“Este año 2020 ha sido un año muy difícil, con mucha preocupación, con muchas personas que se nos han ido, pero también ha sido un año de mucha solidaridad, de mucha empatía, de muchas personas que han querido hacer el bien sin duda alguna. Ha sido un año en el que hemos sufrido mucho, nunca habíamos sufrido tanto como en este año sin duda alguna y por eso, queremos pasar página, pasar el año sin olvidarlo. Porque yo creo que también hay veces que hay que recordar estas cosas”. Así comenzaba el padre Ángel la entrevista con Soyde.

Haciendo un repaso de este año. El padre Ángel explica que “Ha sido un año en donde hemos tenido que inventar e intentar buscar los recursos necesarios”. Mencionando al Papa Francisco comenta que: “El mayor problema de esta sociedad es la migración y la soledad”. “Ha sido un año difícil, pero estamos en este nuevo año en el que hay una luz de esperanza, de sonrisa, no solo por la vacuna, sino porque todos queremos salir de estas verdaderas tragedias por las que hemos pasado muchas personas”.

Perdemos mucho más en criticar y en meternos con los gobernantes, con los políticos, con la gente, que, en ayudarles

Para paliar esa soledad, el Teléfono Dorado, “un proyecto precioso de coordinación de sacerdotes, de psicólogos, de amigos” ofrece la escucha a las personas que llamaban y todavía siguen porque estaban solas, y tienen “necesidad de hablar con alguien”. Ese 900 22 22 23, ha multiplicado su actuación un 100%. Antes de la pandemia había más de cuatro millones de llamadas.

Con la nieve en nuestras calles y un frío helador, la misión de Mensajeros de la Paz no ha parado desde buscar mantas, sacos de dormir hasta ofrecer un café a los más necesitados. El padre Ángel no olvida que “la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento han abierto algún albergue más, pero -declara- sigue siendo necesario plantearse como en años anteriores que se abrieran los metros”.

Tenemos que poner los pies en la tierra, tenemos que a veces dejar de pisar tantas moquetas o tantos lugares, incluso de nuestras propias casas, ya no digo de palacio, ni de Congresos, de Senados, de lugares de esos sino las propias casas y que sepamos qué es no tener calefacción” como en la Cañada Real.

Entre los proyectos para este año están: “volver a recomponer este mundo. Volver a recomponer el mundo de los sin hogar de los sintecho, de los solos, de las personas mayores, volver a hacer sonreír y que sonrían las personas mayores; poder volver a abrazar muy pronto. Por qué no podemos soñar que ya en el verano podamos abrazar a las personas sin miedo a contagiarnos”. También, Mensajeros de la Paz pretende multiplicar los restaurantes Robin Hood para que los que no puedan permitirse el alimento puedan cenar gracias a la generosidad de otras personas.

No es posible que, en esta España nuestra, siga habiendo gente que pase hambre, que pase frío. Es cierto que en las Islas (Canarias) al menos se ha conseguido que los emigrantes estén en los hoteles, aunque algunas veces eso es polémico”. Señala por último que: “Debemos organizarnos. (…) Pues este Gobierno nuestro, estas autoridades nuestras, estos hombre y mujeres que somos nosotros tenemos que hacer todo lo posible y no estar criticando”. "Creo que perdemos mucho más en criticar y en meternos con los gobernantes, con los políticos, con la gente, que, en ayudarles, que es lo que queremos hacer desde Mensajeros de la Paz, que de verdad resuelvan los problemas. Para criticarles ya están ellos que se critican ya demasiado unos a otros”, finaliza el padre Ángel.