Después de 'Mask Eating', la mascarilla que solo cubre la nariz creada por investigadores de México, llega la versión española. Bernardo Fernández Bartos, enfermero alicantino, ha diseñado una mascarilla facial con acceso para comer mediante unos utensilios adaptados (cuchara, tenedor y pajita para sorber) para reducir los contagios en interiores.
La idea de Bernardo surge para dar respuesta a la situación actual a la que se enfrentan los negocios de restauración. Con el objetivo de aportar facilidades al sector, Bernardo ha diseñado esta mascarilla que cuenta con un compartimento que permite la entrada y salida de los utensilios para comer y beber, incluidos en el mismo kit.
Se trata de una mascarilla facial del mismo material que las convencionales de tipo FFP2
La principal ventaja de esta novedosa mascarilla es que permite la alimentación en aquellas situaciones en las que es recomendado u obligatorio su uso para el aislamiento respiratorio. La mascarilla de Bernardo garantiza el menor espacio de tiempo de contacto con el aire exterior, minimizando el riesgo de emisión o recepción de sustancias patógenas contenidas en el aire.
Bernardo Fernández está buscando financiación para fabricar un prototipo y está pendiente de registrar la patente a nivel nacional e internacional.
Según informa el inventor, se trata de una mascarilla facial del mismo material que las convencionales del tipo FFP2 que crea una cámara entre la boca y la mascarilla, cuyo espacio interior está cerrado por un compartimento estanco de plástico, con dos aberturas, una anterior y otra posterior, disponiendo cada una de una compuerta, estando siempre una abierta y otra cerrada, de forma alternativa, a través de un mecanismo manual.
La idea es que este material, el kit al completo, se facilitara para cada comensal en el servicio de mesa de los restaurantes, siendo todo desechable y de un solo uso.