Los Juegos Olímpicos ya están en marcha desde el viernes 23 de julio y, a pesar de la alta incidencia de Covid-19 en Japón y la posible suspensión de estos, siguen adelante. Durante la jornada del martes 27 se han disputado multitud de competiciones de distintas disciplinas, entre la que destaca gimnasia.
Simone Biles ha hecho aún más historia en el deporte y en los Juegos Olímpicos. La gimnasta estadounidense, que se retiró de la competición en la final por equipos, podría haber revalidado título en la gran cita, pero decidió anteponer su salud mental al oro.
Y es que, tras el primer salto, la gimnasta abandonó con el médico el escenario, a quien comunicaba su decisión de terminar la participación. Muchos apuntaron desde el principio que era por una lesión de pie, pero quiso desmentirlo: “No estoy lesionada, simplemente tengo una pequeña lesión en mi orgullo. Ahora tengo que concentrarme en mi salud mental”.
Biles lanzaba un mensaje importantísimo que rompe con los tabúes: La salud mental es importantísima. La estadounidense añadía que "tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos. Esto no es simplemente salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos. Es más importante la salud mental que el deporte ahora mismo".
Simone Biles da una lección importantísima: La salud mental va por encima de todo
Así la clara favorita elegía su salud mental antes que el oro: "A veces, siento que tengo todo el peso del mundo encima de mis hombros", sentenciaba. Y es que el mundo del deporte ya la considera una ganadora tras dar un paso para el que hace falta mucho valor, y por mostrar que la salud mental no debe ser un tabú.
De hecho, hace unos días se ha dado a conocer que el suicidio es la principal causa de muerte entre los jóvenes de nuestro país, en concreto, entre las personas de 15 a 29 años. Según la Fundación Española para la Prevención del Suicidio se han contabilizado 309 defunciones en 2019.
Esto refleja un problema social, que ya decía Errejón en el Congreso hace unos meses. La estigmatización de la salud mental, junto a la falta de accesibilidad a una terapia pública y de calidad, lleva a las personas a avergonzarse y no encontrar una solución, pero sí que existe.
Además, en muchas de las ocasiones las personas no reconocen la enfermedad que pueden llegar a tener, como la depresión y/o ansiedad. Estas enfermedades en cada persona afectan de una forma distinta. Algunos de los síntomas pueden ser apatía, no disfrutar de las cosas que antes sí te gustaban, irritabilidad, insomnio, cansancio, sentimientos de culpa, odio a sí mismo y/o inutilidad...
También hay que destacar que las personas que tengan depresión también pueden tener momentos en los que puedan sentirse menos tristes y pueden reírse, e, incluso, porque la depresión no siempre es una enfermedad en la que es un agujero negro en el que no sales de la cama. Eso puede pasar, pero muchas veces las personas siguen trabajando, estudiando y haciendo sus responsabilidades.
Por ello, si tú o alguien que conoces crees que puede estar pasando por un mal momento, os queremos tranquilizar, para las enfermedades mentales de este tipo hay solución sin tener que recurrir al suicidio. Os invitamos a que exterioricéis lo que sentís, a que pidáis ayuda a vuestro círculo donde os sintáis a gusto y tengáis confianza. También podéis contactar con el número de Prevención del Suicidio en España: 900925555. No estáis solos.