¿Has pensado alguna vez visitar una cárcel? Cada vez son más personas las que deciden hacer un alto en sus vacaciones y pararse a visitar una de las tantas cárceles rehabilitadas que hay en España. Estos espacios son un pozo cultural importante, esconden muchas historias, secretos, y documentos que desconocemos. A través de ellas, los turistas pueden descubrir otro tipo de turismo que, hasta hace más bien poco, ni contemplábamos, pero que es una alternativa muy curiosa a los viajes convencionales. Parte de este auge en las visitas a las cárceles parte del mayor consumo de las series y películas que se hacen en estos edificios.
Orange is the new black, Vis a Vis, Alcatraz o Prison Break son 4 de las series que se desarrollan en centros penitenciarios. Todas ellas han ofrecido una perspectiva diferente de lo que se vive en las cárceles y, probablemente, haya influido en el auge en estas visitas. El tipo de público que acude puede considerarse curioso y/o morboso, ya que, aparte de aprender la historia de esa cárcel y de esa ciudad o país, está el más que conocido postureo. Subir una foto en una cárcel, o desde una celda es curioso e impactante, pero controvertido por todo lo que implica.
¿Qué encanto esconden estas prisiones? ¡Descúbrelo por ti mismo!
La Model es la cárcel más antigua de toda Catalunya. Situada en Barcelona y con más de 100 años de actividad, este espacio fue rehabilitado y abierto al público para visitas gratuitas. En su día acogió a presos como Puig Antich o Lluís Companys, y hoy se puede entrar a su edificio de administración, patios y a la galería de reclusos.
La cárcel de Pedraza está ubicada en un edificio del siglo XIII, dentro del recinto amurallado de la villa de Pedraza. Pueden visitarse sus dos mazmorras, donde los visitantes descubrirán en qué condiciones vivieron los presos, al igual que ver los cepos y los grilletes que se utilizaban. El precio de las visitas guiadas es de 4 euros y dura 30 minutos.
En esta cárcel, que estuvo activa entre 1932 y 1942, se encarceló a todos aquellos que Franco consideraba que cometían delitos que iban en contra del régimen. Llegó a albergar cerca de cinco mil presos y es considerada una de las cárceles en las que más nivel violencia había hacia los propios presos.
Este centro penitenciario cerró hace algo más de 20 años, y está totalmente abandonada ahora mismo. Se ubica a las afueras de Zamora y aquí se encarcelaron a sacerdotes, presos de ETA y del Grapo. Esta cárcel tiene un “morbo” extra, y es que en ella se grabó la película Celda 211, por lo que los turistas y visitantes cinéfilos ya tienen un motivo más para acudir a ella.
Hay muchas más cárceles visitables o recintos que, en su día, albergaron presos o reclusos, por lo que, si este tipo de visita te interesa, ya tienes por donde empezar. ¿A qué esperas para descubrir el encanto oculto de estos centros?