Un joven de 14 años murió ayer sábado cuando se dirigía a la emblemática fuente de Neptuno para festejar la celebración del título liguero del Atlético de Madrid. Lo insólito de este aparatoso accidente es que el menor iba dentro de una furgoneta que se dirigía al aparcamiento subterráneo de la Plaza de Santa Ana - cerca al lugar de la celebración -. El adolescente, que se situaba con medio cuerpo fuera en el asiento trasero, chocó mortalmente con un muro de hormigón, produciéndole la muerte prácticamente inmediata. Al lugar de los hechos se desplazaron cinco ambulacias del Samur que sólo pudieron certificar la muerte del menor, debido a un traumatifmo craneoncefálico.
Una muerte que se podría haber evitado
La muerte de este joven no sólo entristece a familiares, amigos y atléticos, sino que también es un ejemplo claro de irresponsabilidad y poca empatía con la actual situación de pandemia que atraviesa el país. Una muerte facilmente evitable y que nunca debió de haberse producido. Las imágenes de ayer de las aglomeraciones de los aficionados en la fuente de Neptuno hablan por sí solas, en dos semanas sabremos si la muerte trágica de este joven fue la única que trajo consigo la celebración irresponsable de los que acudieron ayer a Neptuno.