Sunday; así se llama la startup francesa que ha decidido triplicar las propinas de los camareros estas navidades. Ellos han creado la forma más rápida del mundo de pagar en restaurantes: es tan simple como escanear el código QR, dividir la cuenta y pagar. Digitalizar el restaurante brinda ventajas tanto a los propietarios como a los camareros, sobre todo en esta época post-pandemia. El pago es más cómodo, seguro e higiénico, ya que cada uno paga con su propio móvil.
Esto ahorra tiempo a los camareros e incentiva que los comensales dejen propinas dependiendo del dinero que hayan gastado. Y, por si fuera poco, esta startup ha tomado la decisión de triplicar las propinas que todos los camareros reciban hasta el 16 de enero. Hasta el momento se han recaudado en España un total de 13.000 euros, cifra que se multiplicará por tres gracias a esta iniciativa.
Esta aplicación es el nuevo método de pago innovador creado por restauradores para restauradores, lanzado en abril de 2020 por sus fundadores: Tigrane Seydoux, Victor Lugger y Christine de Wendel. Diseñada para permitir que los clientes paguen en menos de 30 segundos, esta nueva tecnología beneficia tanto a los usuarios como a los restaurantes, al crear un proceso más fluido para los propietarios, miembros del personal y clientes.
Combatiendo los millones de horas que se desperdician diariamente esperando que se pague la factura, un equipo de más de treinta entusiastas de la restauración y la tecnología han creado una nueva herramienta en línea configurada para smartphones que les permite pagar rápidamente la cuenta, dar propina al camarero y dividir el coste entre comensales.
Tras una primera ronda de financiación, Sunday ya está disponible en restaurantes de España y otros países, con datos que revelan un 40% más de propinas para el personal, ticket medio de 12% más alto y un 10% más de rotación de mesas, entre otros aspectos.
"La sonrisa de muchos camareros esconde cansancio, frustración y falta de energía. Sobre todo, en estas épocas en las que, mientras la mayoría disfruta (en medida de lo posible) de sus familiares y amigos, a ellos les aumenta la carga de trabajo. Ahora más que nunca deben garantizar la seguridad y la satisfacción de los clientes. Pero ¿y quién se encarga de ellos?", sostienen desde esta compañía.
Una profesión (más) al límite
España cuenta aproximadamente con 1.500.000 camareros en activo en estos momentos, pertenecientes a una profesión a la que cada vez se exige más (cumplir e implementar medidas sanitarias, tener horarios de trabajo partidos y jornadas infinitas, aprender idiomas...) y se recompensa menos.
"La sonrisa de muchos camareros esconde cansancio, frustración y falta de energía. Sobre todo, en estas épocas en las que, mientras la mayoría disfruta (en medida de lo posible) de sus familiares y amigos, a ellos les aumenta la carga de trabajo. Ahora más que nunca deben garantizar la seguridad y la satisfacción de los clientes. Pero ¿y quién se encarga de ellos?", sostienen desde esta compañía.
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El aumento de los contagios de COVID-19 y la aparición de una nueva variante, Ómicron, hacen que la economía de los bares y restaurantes españoles se tambalee de nuevo. Con el paso del tiempo, resulta más y más difícil surfear cada nueva ola. A principios de mes vimos como en más de 10 comunidades autónomas se implantaba el pasaporte COVID obligatorio. Semanas después, las cenas de empresa se cancelaban al ritmo que crecían los contagios entre los empleados. Muchos restaurantes pasaron de tener el cuaderno de reservas lleno a un comedor completamente vacío. Un escenario que desde esta empresa intentar paliar para que los profesionales del gremio tengan, al menos, de vuelta, lo más parecido a un aguinaldo.