Aunque ahora hablamos mucho de la Covid-19, antes de la llegada del coronavirus a nuestras vidas ya había otra pandemia que acechaba a los seres humanos: la obesidad, la cual se estima que es la responsable de unos 2,8 millones de fallecimientos al año, y que afecta a más de 1.900 millones de adultos y 340 millones de niños y adolescentes en el mundo.
No obstante, a diferencia del coronavirus, que se ha conseguido controlar gracias a las medidas higiénicas y las vacunas, la obesidad es un problema realmente complicado de tratar, ya que afecta a muchos aspectos del ser humano, desde el metabolismo hasta la propia salud mental.
Pero la lucha contra esta enfermedad ha dado un nuevo giro con el descubrimiento que han hecho un grupo de científicos españoles de la Universidad de Santiago de Compostela: una inyección que permitiría modificar el metabolismo del cuerpo humano desde el propio cerebro. Como explica en el estudio, la obesidad es un desorden metabólico (relacionado con la obtención y transformación de energía) y como tal, se ha de actuar sobre ella desde el hipotálamo, la parte del cerebro que regula estos procesos.
La obesidad es un desorden metabólico (relacionado con la obtención y transformación de energía) y como tal, se ha de actuar sobre ella desde el hipotálamo
Para ello, los autores de este trabajo han encontrado la manera de unas vesículas extracelulares puedan introducirse en el cerebro portando un gen modificado que provoca, un efecto extraordinariamente preciso, pues logra inhibir la acción de la proteína AMPK en un grupo muy reducido de neuronas del hipotálamo, consiguiendo regular el metabolismo para que este aumente el gasto energético y, por tanto, se queme una mayor cantidad de grasa.
Por el momento, este tratamiento solo se ha probado en ratones aunque los resultados clínicos han sido muy prometedores, así que se espera que próximamente se pueda dar comienzo a una fase de prueba en humanos. Además, los científicos están estudiando otras formas de suministrar este fármaco que no sea por vía intravenosa sino, quizá, por vía nasal.