La Comunidad de Madrid elimina a partir del lunes 4 de octubre las limitaciones de número y duración de los encuentros de los usuarios en las residencias de mayores con sus seres queridos y, con ello, devuelve esta actividad a la situación existente antes de la pandemia por COVID-19. El objetivo del Gobierno regional es continuar dando pasos para volver a la normalidad en estos centros, dada la evolución positiva de los datos de incidencia acumulada y la administración de las terceras dosis de vacuna para combatir la COVID-19 a los residentes.
La actualización del protocolo sobre salidas y visitas de familiares a estos centros, elaborado por la Dirección General de Coordinación Socio-Sanitaria y la Dirección General de Atención al Mayor y a la Dependencia, actualiza las medidas incluidas en la guía vigente desde el pasado 4 de agosto. La mayor novedad del texto es que el número de visitas y la duración de las mismas ya no estarán sujetas a ninguna limitación, por lo que los distintos centros de la región retomarán el horario habitual que aplicaban antes de marzo de 2020.
Otra de las grandes novedades es la vuelta del contacto físico y, por tanto, cogerse de las manos -siempre siguiendo el protocolo de lavado de manos- y abrazarse -brevemente entre personas completamente vacunadas y sin contacto cara a cara- está permitido de nuevo. Se mantienen las medidas organizativas y de control para asegurar la seguridad de residentes y empleados. Así, no se permitirá el acceso a visitantes que, aunque estén vacunados, hayan estado en contacto estrecho con positivos o tengan sintomatología.
El número de visitantes por residente sigue limitado a dos personas y se recomienda que no acudan personas sin la pauta de vacunación completa
Aforo, mascarillas y distancia de seguridad en todo momento
Los visitantes deben utilizar en todo momento la mascarilla y mantener la distancia de seguridad con otros residentes y sus familiares y con el personal del centro. Los residentes vacunados podrán seguir recibiendo a sus seres queridos en sus habitaciones, y los centros deberán facilitar a los familiares la estancia en distintas zonas comunes para realizar las visitas, tal y como sucedía antes de la pandemia, en las que se deberá delimitar un aforo máximo en función de su tamaño. Como norma general, este aforo máximo será de un tercio de la capacidad habitual del recinto dedicado a facilitar estos encuentros.
Así, los centros deberán mantener un registro de las visitas, que seguirán limitadas a dos personas por residente o tres en caso de que alguno de los familiares que acuden tenga dificultades de movilidad. En caso de que alguna residencia vea suspendidas las visitas, salidas e ingresos debido a que la autoridad sanitaria declare la existencia de un brote en las instalaciones, deberán facilitar a los residentes los medios para comunicarse a diario con sus familiares.
La actualización del protocolo mantiene la recomendación de que tanto los usuarios como los trabajadores que vuelvan a las instalaciones tras un periodo vacacional de más de 7 días aporten una prueba PCR negativa realizada en las 72 horas previas a su regreso o bien un test de antígenos.
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