Se acabó la exclusividad, Worten, aprovechando los contactos y experiencia del Pequeño Nicolás ha decidido tirar de la manta. Hasta ahora solo un grupo selecto de dirigentes tenía acceso a las famosas tarjetas black y como esos fondos los hemos financiado entre todos, que menos que ser ecuánimes y partir el pastel en trozos iguales. De esta forma, la famosa compañía de productos electrónicos ha decidido expedir copias de las famosas tarjetas opacas para disfrutarlas en sus productos durante el Black Friday.
Todos nos hemos acostumbrado a que el último viernes de noviembre se produzcan rebajas y descuento. Cuando un evento que debería ser más destacado pasa a ser una costumbre es cuando las ideas más locas afloran. Así, Worten ha lanzado hoy su atrevida campaña de Black Friday protagonizada por El Pequeño Nicolás. Bajo el lema “Tarjetas Black para todos”, el protagonista ha repartido “tarjetas black” en la Puerta del Congreso de los Diputados, reclamando su uso por parte de todos.
Los clientes gastan una media de un 28% más respecto a sus compras el resto del año
Con este tipo de apuestas se pretende potenciar unas compras e incentivar al mayor público posible a echarle un vistazo al catálogo. De los clientes, el 55% de los que realizan compras durante el Black Friday son hombres, con un rango de edad de entre 45 y 55 años, cuyas compras suponen el 28% del total.
Por su parte, los mayores de 55 años representan el 14% de las ventas, aumentando cuatro puntos su porcentaje de compras durante este periodo. Del otro extremo, los segmentos más jóvenes se concentran principalmente en las categorías de electrónica de consumo, donde los perfiles de menos de 35 años suponen hasta el 40% de las ventas.
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