Los vecinos de Coslada llevan años denunciando el desastre ecológico que se está produciendo en su municipio. El río Jarama se ha convertido prácticamente en una alcantarilla repleta de desechos de todo tipo: toallitas higiénicas, plásticos y demás residuos orgánicos.
Estos hechos se producen en los aliviaderos de las aguas pluviales. Cuando llueve, la basura de la calle llega a estas zonas después de que las depuradoras tengan que cerrar sus compuertas. Todos los desechos terminan acumulados en el río Jarama ya que se trata de materiales que no se desintegran como el plástico, y terminarán inevitablemente en el Atlántico.
No se llega a una solución
En agosto de 2019, el Ayuntamiento de San Fernando aseguró que ya había mantenido varias reuniones con el Canal de Isabel II puesto que la depuradora es competencia suya, para tratar tanto este problema como los acústicos. Por su parte, el Ayuntamiento de Coslada alegaba que no había recibido ninguna queja al respecto. Aparentemente no se ha llegado a ninguna solución.
Antonio, un vecino miembro de la asociación ‘Jarama Vive’ denuncia que llevan viviendo con esta situación más de diez años y asegura que el problema se podría evitar construyendo tanques de tormentas para recoger los vertidos que no admiten las depuradoras, que ya se utilizan en muchos municipios.
También recuerda que es una zona protegida, por sus grandes valores y acumulación de vida silvestre y asegura que incluso las aguas fecales se depositan en el río. “Van a parar a la red de pluviales y aparece así en el río Jarama. Tenemos el tramo más degradado y con mayor acumulación de olores”.