Torturado y obligado al exilio (dos veces). Las razones: ayudar al Ejército Republicano y ser gay. Así fue la vida de Miguel de Molina, el cantante de copla nacido en Málaga en 1908. Su arte no bastó para librarse de los grilletes de una sociedad, por entonces, negada a la comprensión. Consiguió volver a España, por un breve espacio de tiempo, pero a los 52 decidió marcharse a vivir a Nueva York.
Nuestro país se perdió su figura durante décadas, aunque en Argentina, gracias Eva Perón, consiguiese relanzar su carrera.
Las entradas se pueden conseguir a través de la plataforma Giglon
Vanguardia y tradición se unen, ahora, en ‘Miguel de Molina, la esencia’; una propuesta que llega al Teatro Municipal de Coslada este 23 de enero. La vida contada en escena de este artista malagueño que derrochaba pasión y duende, pero que resultó molesto para muchos por ser un fenómeno de masas, de izquierdas y abiertamente homosexual.
Artista de raza, en esta obra, el personaje vuelve para contar su verdad, desde su infancia hasta los fugaces encuentros con Lorca y la tortura que sufrió ya terminada la Guerra. “No es sólo una biografía musical, es la necesidad de contar algo que atañe a nuestro presente y de situar a la copla en el lugar que le corresponde”. Interpretado por Ángel Ruiz y César Belda. Entradas, en www.giglon.com.