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Bolivia, un paraíso desconocido
Las recomendaciones y los prejuicios, en gran medida, marcan los destinos vacacionales de la gente
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El calificativo más suave que uno podría escuchar es el de loco. Sin embargo, Bolivia posee encanto, paisajes y mucho que ofrecer al turista, otra cuestión es que ni ellos mismos se hayan dado cuenta de lo que tienen.

Si les dijera que en una misma semana pueden descubrir el salar más grande del mundo en Uyuni, que conocerían la cuna de la cultura inca en el lago Titicaca, que descenderían a través de la carretera más peligrosa del mundo –la Ruta de la Muerte– o que podrían encontrar cualquier regalo que se propusiesen en los mercados ambulantes de La Paz, la opinión de ustedes cambiaría radicalmente.

Bolivia ofrece esto y mucho más a los turistas que se aventuren a visitarla. Para llegar allí y moverse por el país recomendamos hacerlo con aerolínea Amaszonas, una compañía muy cómoda que une puntos de complicada conexión como La Paz y Uyuni, y que tiene por objetivo la consolidación en las rutas domésticas e incluso su expansión hacia destinos internacionales como Argentina, Brasil y Paraguay. Su nombre proviene de la frase "A más zonas", que tiene un sonido idéntico a "Amazonas".

Bolivia, un paraíso desconocido Las recomendaciones y los prejuicios, en gran medida, marcan los destinos vacacionales de la gente. ¿Se imaginan a alguien en España sacando pecho por pasar una semana de desconexión en Bolivia?

Nuestra primera recomendación es que vayan preparados para el cambio de presión a 4.000 metros de altura que esperan en la ciudad de El Alto –el aeropuerto más cerca a la capital–. Una vez adaptado a ello descubrirán un lugar lleno de contrastes, tradiciones y gente con mucho que aportar. En esa misión de descubrir Bolivia para el turista se encuentra la Fundación OGD La Paz–Beni, que nos guió en todo momento a conocer el país mediante una planificación magnífica y unos contrastes espectaculares. Esta fundación sin ánimo de lucro promueve el desarrollo del turismo sostenible de manera conjunta con una estrategia de desarrollo y principalmente promoción de Bolivia.

En nuestro primer día por La Paz realizamos un completo tour por la ciudad de la mano de Late Bolivia

La Paz representa un enclave preciosista con edificios de la época colonial mantenidos en perfecto estado, especialmente en la Plaza Murillo. Su calificación como una de las nuevas siete ciudades maravilla del mundo refuerza su condición localidad ineludible. Sus calles guardan un encanto que evocan calles de la Andalucía tradicional. Desde el centro de la capital, Barracuda Biking gestiona una de las vivencias más apasionantes que se pueden realizar en Bolivia, la “Ruta de la Muerte”.

Bolivia, un paraíso desconocido Las recomendaciones y los prejuicios, en gran medida, marcan los destinos vacacionales de la gente. ¿Se imaginan a alguien en España sacando pecho por pasar una semana de desconexión en Bolivia? El calificativo más suave que uno podría escuchar es el de loco. Sin embargo, Bolivia posee encanto, paisajes y mucho que ofrecer al turista, otra cuestión es que ni ellos mismos se hayan dado cuenta de lo que tienen. Si les dijera que en una misma semana pueden descubrir el salar más grande del mundo en Uyuni, que conocerían la cuna de la cultura inca en el lago Titicaca, que descenderían a través de la carretera más peligrosa del mundo –la Ruta de la Muerte– o que podrían encontrar cualquier regalo que se propusiesen en los mercados ambulantes de La Paz, la opinión de ustedes cambiaría radicalmente. Bolivia ofrece esto y mucho más a los turistas que se aventuren a visitarla. Para llegar allí y moverse por el país recomendamos hacerlo con aerolínea Amaszonas, una compañía muy cómoda que une puntos de complicada conexión como La Paz y Uyuni, y que tiene por objetivo la consolidación en las rutas domésticas e incluso su expansión hacia destinos internacionales como Argentina, Brasil y Paraguay. Su nombre proviene de la frase "A más zonas", que tiene un sonido idéntico a "Amazonas".

Nuestra primera recomendación es que vayan preparados para el cambio de presión a 4.000 metros de altura que esperan en la ciudad de El Alto –el aeropuerto más cerca a la capital–. Una vez adaptado a ello descubrirán un lugar lleno de contrastes, tradiciones y gente con mucho que aportar. En esa misión de descubrir Bolivia para el turista se encuentra la Fundación OGD La Paz–Beni, que nos guió en todo momento a conocer el país mediante una planificación magnífica y unos contrastes espectaculares. Esta fundación sin ánimo de lucro promueve el desarrollo del turismo sostenible de manera conjunta con una estrategia de desarrollo y principalmente promoción de Bolivia. En nuestro primer día por La Paz realizamos un completo tour por la ciudad de la mano de Late Bolivia, un turoperador con muchos años de experiencia que ofrece al turista programas turísticos hechos a su medida y facilitándole los mejores guías, trasportes y hoteles.

En medio de esa vivencia, los paisajes y precipicios más espectaculares te acompañarán de la mano de esta joven y entusiasta compañía. Hay que estar en forma, pero merece la pena vivir una sensación inolvidable en la Ruta de la Muerte. Otro destino que no tiene parangón en el resto del mundo es el inmenso Salar de Uyuni. Esta visita la realizamos a través de Hidalgo Tours. Esta empresa acumula más de 30 años de trabajo y experiencia de en el campo turístico, promocionando y desarrollando varios de los muchas atractivos de la ciudad y el departamento de Potosí. Les califican como pioneros del turismo en el país, con un gran equipo de profesionales en su equipo para servir al cliente. Por último, les recomendamos que conozcan la Isla del Sol, la cuna de la cultura inca, ubicada en el mismísimo lago Titicaca. Esta excursión la realizamos de la mano de Transturin, una compañía turística muy completa que ofrece transporte a través de tierra y mar, y que es una referente en el turismo en Bolivia. Junto a ellos visitamos la isla más alta del planeta –está a 4.200 metros de altura–, donde hicimos diversas actividades como disfrutar de una ceremonia tradicional inca, dar de comer a llamas o disfrutar de un concurso de remo.

Texo: Paco Rabadán