Caminar por primera vez gracias a un exoesqueleto. Este es el resultado de un ensayo clínico pionero que ha llevado a cabo el equipo médico del CSIC y del Hospital Universitario Ramón y Cajal, con tres niños con Atrofia Muscular Espinal (AME), una enfermedad que les impide caminar.
La característica principal de esta innovadora tecnología es el músculo artificial, que imita el funcionamiento de los tejidos naturales. “El exoesqueleto se adapta automáticamente a cada uno de los niños”, resalta Elena García, investigadora del CSIC y creadora del exoesqueleto.
El objetivo de este estudio ha sido comprobar los beneficios psicológicos y la mejora en la calidad de vida de los más pequeños gracias a esta herramienta que les permite mantenerse en pie y caminar de manera independiente. “El uso del exoesqueleto ha permitido que nuestro hijo haga más ejercicio, pruebe nuevos juegos e incluso hayamos bailado en casa”, algo que los médicos le aseguraron que no conseguiría, detalla Ana, la madre de uno de los participantes de este estudio clínico.
El uso del exoesqueleto ha permitido que nuestro hijo haga más ejercicio, pruebe nuevos juegos e incluso hayamos bailado en casa
El responsable de la Unidad de Neurodesarrollo de Neurología Infantil del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid ha destacado la ilusión y el entusiasmo de los peques porque saben que, a largo plazo, este instrumento puede facilitarles su vida de tal manera para que pueda realizar sus tareas cotidianas. La patología que padecen afecta a uno de cada 6.000 niños en España y les provoca una debilidad muscular tal que les resulta imposible permanecer erguidos.
Cada uno de los niños ha podido probar el exoesqueleto durante dos meses auxiliado por un especialista. En su desarrollo, han participado también la tecnológica Marsi Bionics, el Centro CIGAT de Atención Temprana y la Fundación Mutua Madrileña, que ha financiado el estudio a través de sus ayudas a la investigación en salud.