Uno de los principales enemigos de la salud cardiovascular es el sedentarismo. Para empezar, adoptar hábitos de vida tan sencillos como utilizar las escaleras en vez del ascensor o hacer trayectos a pie con regularidad, supone una muy buena base.
Cierto es que se debe adaptar la actividad física a los gustos, posibilidades horarias y estado físico de cada persona. Pero caminar a buen ritmo durante 30 o 60 minutos, tres veces por semana, es un excelente trabajo físico (que puedes hacer casi desde cualquier lugar).
El tenis, la natación o la carrera de media o larga distancia son algunas de las actividades que mueven grandes grupos musculares, durante un tiempo prolongado y con intervención del metabolismo aeróbico
Los deportes más cardiosaludables, siempre que se practiquen con regularidad y bajo un adecuado entrenamiento, son los que previenen este tipo de enfermedades y tienen un componente dinámico alto. Por ejemplo, el tenis, la natación o la carrera de media o larga distancia son algunas de las actividades que mueven grandes grupos musculares, durante un tiempo prolongado y con intervención del metabolismo aeróbico.
Además, estudios realizados en deportistas de élite demuestran que los que presentan una mayor esperanza de vida, han competido en especialidades de resistencia. Aprovecha este sol y sal a correr.