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Flúor, un gran aliado frente a la caries
La cantidad recomendable de flúor depende de la evaluación del riesgo de caries y las necesidades individuales
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Andrés JG Torres

Odontólogo (col.: 28015520) y Periodista.

El flúor es un mineral fundamental para el mantenimiento de nuestro organismo. Está presente en los huesos, lo que les hace más fuertes; pero también en la cavidad oral. Gracias a este compuesto, los dientes se remineralizan, se fortalece su esmalte, y se previene la aparición de caries.

La manera más eficaz de aplicarlo es de forma tópica, esto es, mediante el uso de pastas dentífricas y colutorios para enjuagarse. Aun así, existen otras fuentes de flúor, como es el agua de bebida, la dieta, etc., cuya repercusión, por exceso o por defecto, afectaría al diente antes de su erupción, cuando se está mineralizando dentro de la encía. Es en ese momento cuando una ingesta superior a la recomendada de flúor podría causar fluorosis.

Pero ¿cuál es la cantidad recomendable de flúor? Esto va a depender de la evaluación del riesgo de caries y las necesidades individuales que valore el odontólogo para el paciente. Pese a ello, la población general, gracias a los estudios de la Sociedad Española de Epidemiología y Salud Pública Oral (SESPO), dispone de una serie de recomendaciones para el tratamiento y la prevención de las caries. A los niños de 0 a 3 años, desde la salida del primer diente, se les debe limpiar con pasta dental de 1000 ppm (partes por millón) de ion flúor, bien con una gasa, un dedil de silicona o un cepillo adecuado a su tamaño. La cantidad de dentífrico será del tamaño de un grano de arroz.

¿Cuál es la cantidad recomendable de flúor? Esto va a depender de la evaluación del riesgo de caries y las necesidades individuales

Para los niños de 3 a 6 años se debe utilizar dentífrico de 1000-1450 ppm de flúor, dependiendo del riesgo de caries, y una cantidad similar a un guisante. A partir de los 6 años, la pasta dental empleada será de 1450 ppm de ion flúor con una cantidad equivalente, también, a un guisante.

El cepillado dental siempre debe ser realizado por un adulto hasta, aproximadamente, los 8 años y, a partir de ahí, supervisado hasta la adolescencia. Se insiste, además, en la higiene adicional con hilo dental. Después del cepillado, se recomienda escupir la pasta para evitar ingerirla, pero no enjuagarse con agua para conseguir un mayor efecto del flúor sobre el diente (efecto tópico).

Respecto a los colutorios, se recomiendan los de uso diario con FNa (fluoruro de sodio) 0,05% (230 ppm de ion flúor) y que no contengan alcohol.