Con el ritmo de vida que llevamos en muchas ocasiones se nos hace difícil “escucharnos” a nosotros mismos e identificar qué está pasando en nuestra vida, qué cosas funcionan y cuáles nos hacen sentirnos mal.
Uno de los principales motivos que nos impulsa a acudir a terapia es querer ser felices, querer mejorar nuestras relaciones personales, nuestra autoestima, no dejarnos llevar por pensamientos negativos y derrotistas…
Generalmente solemos tomar esta decisión cuando no podemos más, estamos hundidos o sentimos que no nuestra vida nos supera. Sin embargo, ir al psicólogo es como realizarnos una ITV mental, cuanto más tiempo tardemos en revisar todo aquello que nos hace sentir mal más cosas deberemos cambiar y más tiempo y esfuerzo deberemos invertir en ello.
Ir al psicólogo es como realizarnos una ITV mental, cuanto más tiempo tardemos en revisar todo aquello que nos hace sentir mal más cosas deberemos cambiar
Acudir al psicólogo nos supone una serie de beneficios de los que podemos tomar buena cuenta: