Hace tiempo que podemos ver cómo en las pantallas de nuestros móviles se cuelan objetos en 3D que parecen estar al otro lado del objetivo. Sin embargo, los usuarios y usuarias echaban en falta una verdadera inmersión de ese objeto en el entorno, ya que no terminaba de verse del todo integrado.
En 2020 esa fusión del entorno real y el 3D será cada vez más popular gracias a la nueva API de profundidad en ARCore que ha lanzado Google. De esta manera, las aplicaciones de realidad aumentada serán capaces de detectar la profundidad e integrar los objetos 3D totalmente, no como si fuesen una pegatina.
Los objetos 3D se integran completamente en el entorno real y podremos ver cómo se relacionan con los demás objetos e interaccionar más con ellos
Esto significa que los elementos 3D podrán asomarse por delante de otro objeto o esconderse tras él, como si un artículo real se tratase. Además, será posible interaccionar mucho más con el entorno, pudiendo lazar objetos o pintar sobre diferentes elementos.
Parece que la era de la realidad aumentada no ha hecho más que empezar.